La estrella de The Great se transformó en la emperatriz Catalina la Grande y trabajó al lado del británico Nicholas Hoult. Diners conversó con ella en Los Ángeles, California.
La estrella de The Great se transformó en la emperatriz Catalina la Grande y trabajó al lado del británico Nicholas Hoult. Diners conversó con ella en Los Ángeles, California.
I ntriga, sexo y atuendos rimbombantes de una época lejana. Estos son algunos de los ingredientes de la serie The Great, basada en la vida de la emperatriz rusa Catalina la Grande, quien derrocó a su esposo Pedro III con un golpe de Estado en 1762. La serie, producida por el servicio de streaming Hulu, es protagonizada por la actriz norteamericana Elle Fanning, quien también participó como productora. Esta chica de 22 años de edad trae una nueva mirada de la famosa emperatriz de Rusia del siglo XVIII, una historia enriquecida con el humor oscuro e inteligente del guionista Tony McNamara, quien también escribió el guion de la película The Favourite, nominada al Oscar.
Aunque está basada en la historia de Catalina la Grande, The Great se da algunas licencias creativas.
La serie, dividida en 10 episodios, narra cómo Catalina llega a Rusia desde Alemania esperando que su prometido, el emperador Pedro III, fuera un príncipe azul. Sin embargo, sus expectativas se van al piso cuando descubre que en realidad es un monarca engreído, un hombre odioso e intrigante, misógino, de mal genio y con serios complejos. El actor británico Nicholas Hoult es el encargado de darle vida a este personaje.
Aunque tiene un fuerte componente de humor, esta producción muestra un trasfondo serio, con incisivos comentarios sociales que aplican a los tiempos de hoy. “Creo que Tony es un genio. Su escritura, divertida, puede ser muy graciosa porque es veraz. Las situaciones de la vida real, cuando atraviesas un episodio dramático o estás muy nervioso, también pueden ser hilarantes a veces, así es la vida”, comenta la actriz nacida el 9 de abril de 1998 en Conyers, en el estado sureño de Georgia. “Y creo que ante eso tienes que aceptar la hilaridad y la locura para que todo funcione. Lo interesante de la historia, a pesar de ser un programa de época, es que trata de lo que estamos viviendo hoy. Constituye una versión moderna con una visión actual”.
Con este papel, Fanning demuestra una versatilidad impresionante, que evidencia cómo toda una vida frente a las cámaras le ha dado esa madurez histriónica. Comenzó su carrera antes de su tercer cumpleaños, tras los pasos de su hermana mayor, Dakota, al convertirse en una destacada intérprete que abordó papeles desafiantes sin importar su edad, comenzando con un pequeño papel en I Am Sam en el año 2001. Después de varias interpretaciones en películas de corte adulto a pesar de su edad, pudo salir de la sombra de su hermana y establecer su propia carrera, para convertirse en poco tiempo en una estrella de rápido ascenso con un futuro brillante. Diners conversó con ella a propósito del lanzamiento de la serie.
Sí, ¿quién más quiere unirse? (risas). Lo sé, nuestra serie tiene un tono muy diferente, creo que dice algo sobre lo que estamos viviendo para querer aprender sobre este personaje fascinante. Aunque nuestra producción no es históricamente exacta –tiene grandes licencias creativas–, algunas cosas se basan en los hechos y ella era una persona multifacética. Catalina la Grande inventó la montaña rusa, eso te dice mucho sobre su personalidad. Así que hay una pizca de historia, pero eso no se ve aquí. Creo que es más sobre cómo una mujer encuentra su poder y aprende a capotear las grandes desilusiones de la vida.
Catalina realmente simboliza el empoderamiento femenino. Ella trajo la educación femenina a Rusia, eso siempre estuvo en el guion. Y sí, todo su reinado fue el periodo de la iluminación, ella fue la luz brillante en ese momento, llevó nuevas ideas de Francia y otros lugares a Rusia. Por supuesto, queríamos incluir eso, es muy importante.
Este es el primer rol de televisión de Fanning y su primera vez como productora.
Ante todo, este ha sido un proyecto muy emocionante para mí, porque es mi primer programa de televisión, la primera serie que he hecho. Soy productora ejecutiva porque desde el principio Tony me mostró el guion y me preguntó si quería producirlo con él. Tuvimos que salir a vender la idea a varias compañías. Es bastante curioso, en esas salas yo era la mujer que tenía muchos hombres mirándome. Y eso creó un tipo de sentimiento que nunca había tenido antes. Finalmente, Hulu lo quiso y fue emocionante. Pero sí, fue interesante, me identifiqué con Catalina allí, sintiendo que tenía que demostrar mi valor y vender una serie en un mundo mayoritariamente masculino.
No. No nos enseñaron eso en la escuela, así que no, no los he leído. Pero es gracioso, Voltaire se convierte en un personaje importante en el programa. Sin embargo, no soy alguien que estuviera superfamiliarizada con eso. Tampoco sabía mucho de Catalina la Grande, para ser honesta, quiero decir, ella es famosa por haber tenido sexo con un caballo, y no tenía ni idea de esas anécdotas hasta que comenzamos a trabajar en el proyecto.
Sí, la gente siempre me dice que tengo una cara muy de época (risas), como si supiera qué significa eso, supongo que es algo bueno. Pero en muchas producciones he usado corsés y me han transportado a diferentes momentos. Casi nunca interpreto a mujeres modernas (risas). Así que, por supuesto, tuve que usar corsés todos los días. Obviamente, es una elección consciente y te sitúa en ese tiempo. Filmamos en varias locaciones, por ejemplo, en Italia, en Caserta, donde hay un gran castillo, hicimos algunos exteriores allí. También estuvimos en el castillo de Hever, en Inglaterra, donde creció Ana Bolena o creo que pudo haber muerto allí, algo así. Pero ella caminó por esos pasillos y esos jardines y sentir eso resulta muy emocionante. Es una época completamente diferente. Cuánto tardarían esas mujeres en vestirse (risas), por las mañanas lleva bastante tiempo atarse todas esas cosas.
Sí, claro, y creo que tenemos que enseñarles a las niñas de hoy a empoderarse, es algo muy importante para mí. Lo sentí a una edad muy joven. Me enseñaron que tenemos un gran poder interno y que el éxito se posibilita gracias a la determinación. Hay algo hermoso de Catalina y es que el poder no significa ser perfecta o ser siempre valiente; ella comete errores y me gusta, es emocionante interpretar a un personaje imperfecto. Y, a veces, no toma la decisión correcta. Entonces, el poder no significa conocer todas las respuestas. Así que es un interesante juego. Y luego Pedro tiene, pero ¿es realmente poderoso? La serie te hace pensar en eso.
Sí, hay escenas que marcan la serie y es indudable que forman parte de esa huella. Nicholas fue un compañero increíble, como si fuéramos amigos muy cercanos, hizo que nos sintiéramos muy seguros el uno del otro. Realmente pasamos un buen rato al rodar esas escenas. Y entre las tomas nos reíamos, aunque a veces tuvimos que controlarnos. Pero el sexo era una parte importante en la vida de Catalina. A ella le encantaba el sexo, estaba muy cómoda con su cuerpo, el programa también trata sobre ese lado de Catalina.
Elle Fanning junto a Nicholas Hoult, quien interpreta a Pedro III.
Sí, una escena de amor, la primera noche de bodas. Es como si hubieras repasado todo este monólogo mágico de lo que pensabas que iba a ser y fue completamente lo contrario.
Muy importante. Me catalogaría como una persona muy romántica. Me encantan las sorpresas, esa sensación de darle a alguien un regalo que sabes que le va a gustar y ver su reacción; soy una romántica desesperada.
Sí, quizás. Quiero decir que en cierto modo el amor hoy está muy basado en la tecnología, y así están sucediendo muchas cosas. Supongo que la idea del romance está cambiando. Es como si la gente enviara muchos mensajes de texto, lo que tal vez no sea lo más romántico, pero para nosotros en realidad lo es, es casi lo mismo que hablar por teléfono (risas).
No. Me gusta mirar a otras personas y hacer perfiles para amigas, como para estropearles las oportunidades de conseguir un buen prospecto para salir de citas (risas), pero no, yo no los uso. En eso me siento algo de la vieja guardia, por eso soy una romántica empedernida.
