Rock al Parque, la controversia de la diversidad musical

No solo rock, metal y sus géneros estarán en Rock al Parque. Reggae, hip hop, cumbia y hasta champeta hacen parte del festival en sus 18 años, en medio de una controversia de los seguidores acérrimos del género y del evento.
 
Foto: La Mákina del Karibe
POR: 
Edna Juliana Rojas

Rock al Parque trasciende tres días de música. Es un festival que se ha erigido como un movimiento cultural, musical y social de un país. Por eso en 1998 fue declarado Patrimonio Cultural de Bogotá, para blindarlo contra los cambios de administraciones que ignoraran su representatividad. En este 2012 celebra sus 18 años como uno de los festivales de rock gratuitos más importantes del mundo, con un slogan que invita a la comunión de gustos, tendencias, sonidos y creencias: “La fuerza de la diversidad, un solo latir”.

Por eso, a pesar de las críticas de los fanáticos del género, este año el funk, hip hop y hasta la cumbia continúan y se fortalecen en la programación de este espectáculo que se realizará del 30 de junio al 2 de julio en el parque Simón Bolívar de Bogotá. “El Festival de 1994 no puede ser igual al de 2012, pues Bogotá es un espacio de encuentro de la ciudad y las políticas públicas no pueden estar ajenas a eso (…) es importante porque garantiza un festival público con tendencias independientes”, comenta Santiago Trujillo, director del Instituto Distrital de las Artes, Idartes, entidad encargada de la organización del evento.

Por eso, en la programación figuran artistas invitados como Sistema Solar, Malalma, Conector, que suenan a cumbia, sonidos ancestrales o electropop; así como entre los ganadores de la convocatoria figura La Mákina del Karibe, con un clásico sonido de champeta. “Los jurados de este año tienen trayectoria roquera, pero al escuchar bandas como La Mákina… consideraron pertinente que estuviera en el festival, porque es consecuente con los géneros que se vienen desarrollando y eso pasa en todos los festivales de rock del mundo”, agrega Trujillo.

Y a pesar de la controversia, la multiculturalidad y los sonidos diversos, así como la tolerancia, han sido las banderas de Rock al Parque y lo seguirán siendo, según el director de Idartes. “Nos parecen importantes las distintas estéticas en un espacio de respeto, porque es una propuesta para integrar ciudadanía”.
Los 18 años de evolución

En la versión 2012 de Rock al Parque hay cambios y todos prometen ser positivos. Por ejemplo, en respuesta a otra de las críticas al evento sobre los 15 minutos de fama de las bandas que se presentan, está el apoyo a las ganadoras de la convocatoria con mayores incentivos: “Duplicamos los reconocimientos económicos a las bandas, ampliamos la diversidad de géneros, abrimos una tercera tarima que permite más grupos para ampliar la labor curatorial”, explica Santiago Trujillo. Además, se gestionan invitaciones para que algunos músicos participen en otros festivales en el continente y se les apoya en la realización de videoclips. Y el objetivo es que el espacio de rock en la ciudad no se limite a los tres días de evento, sino que existan ambientes de debate constante a través de conferencias, foros y eventos para los seguidores del género.

Este festival público seguirá aumentando el espectro de su convocatoria, sobre todo porque el ambiente artístico así lo exige, pues por un lado, crece la diversidad en bandas que se presentan a la convocatoria y, por otro, los públicos llenan escenarios en los que reina esta diversidad, como el cierre de 2011 a cargo de Choquibtown.

¿Qué opinan los seguidores?

En la página web de Rock al Parque y a partir de un debate abierto por la emisoria Radiónica de RNTVC, esto fue lo que opinaron seguidores del evento:

“Es claro que debe existir el respeto por el otro, que debe existir la tolerancia, pero seamos realistas, el público roquero, es eso, roquero, metalero, no reggae, no ska, no electrónico, en fin. El público por esencia es de los sonidos del underground, de los sonidos del metal y, la verdad, aunque se respeta el resto de todos los géneros musicales, me parece que deberían existir espacios para todos los géneros y no mezclar al metalero con el que le gusta lo electrónico, con el que le gusta el ritmo caribeño…”, Diosa de las tinieblas.

“”Rockero” no significa “metalero”, y no están mezclando a nadie con nadie, para eso hay diferentes días y diferentes tarimas, así que los espacios para todos los géneros existen. Es verdad, el metal es metal aquí y en donde sea y como fanático de él y del rock en general me parece que los espacios están dados y son justos (aunque puede que no suficientes). Soy de los que va a los tres días del festival y me encanta tener la posibilidad de escoger lo que voy a ver y no ver lo que no me gusta, cuando antes no se tenía”, Germán Londoño.

“Escenarios, tres, pero que se respeten los gustos del público no el de los organizadores, porque mezclan todo sin saber y meten bandas que ni de fusión rock tienen nada. El problema es la organización. A mí me gusta el reggae y la electrónica, pero reconozco que no son géneros que deban estar en plaza a menos que sean bandas de gusto totalitario”, Valentina Rendón.

Y ustedes, ¿qué opinan sobre esta controversia?

Foto apertura: http://www.lachusma.de

         

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junio
29 / 2012