Lectura para fin de año: Divina Lola

Juan Gustavo Cobo Borda les recomienda a los lectores de Diners el libro de la periodista española Cristina Morató, que reconstruye la vida de la singular Lola Montes.
 
Lectura para fin de año: Divina Lola
Foto: Editorial Plaza Janés
POR: 
Juan Gustavo Cobo Borda

Divina Lola
Cristina Morató.
Editorial Plaza Janés, Barcelona, 2017.
573 páginas.

Nacida en Irlanda, Elizabeth Rosanna Gilbert, de ojos azules, toda la vida quiso sentirse española. Con su capacidad infinita para mentir e inventarse historias dijo que había nacido en Sevilla, que su padre era un torero famoso. Todo ello debido a su pasión por el baile, con castañuelas y guitarras, con revolear de faldas para exhibir sus bellas piernas.

Pero una atmósfera de misterio siempre desdibujó sus dotes. Niña en la India conoció el monzón, los elefantes y los rajás en épocas de la colonización británica, pues su madre estaba casada con un oficial que había hecho los cuarenta días que duraba el viaje desde Europa y remontando el Ganges al ser destinado a una remota guarnición en el interior. Un poblado ínfimo que en nada podía competir con una atrayente ciudad como Calcuta.

[diners1] Editorial Plaza Janés.[/diners1]

Pero Elizabeth seguiría los pasos de su madre, con quien nunca se entendió. Se fugó y se casó con un oficial inglés, el teniente Thomas James. Luego se separaría de él y de regreso a Inglaterra conseguiría protectores que la llevaron al Teatro Real donde interpretó danzas exóticas con muy poco éxito, pues nunca fue buena bailarina, pero sí un espectáculo de fuego y pasión, entre ellos intérprete de un baile llamado “de la araña” donde el supuesto animal se escondía entre sus ropas.

Igual hizo en París donde un grupo de literatos con Alejandro Dumas, el de Los tres mosqueteros, la respaldaron en sus crónicas. También sostuvo un breve y tórrido romance con el músico Franz Liszt.

[diners1] Elizabeth Rosanna Gilbert (Lola Montes). Obra de Joseph Karl Stieler, 1847.[/diners1]

Pero el momento cumbre de su vida fueron los dieciséis meses en Múnich cuando se convirtió en la amante oficial de Luis I de Baviera que enloqueció de amor, mandó pintar su retrato varias veces, la cubrió de joyas y no percibió los muchos años de diferencia con su amada Lolita.

Esto es lo que la periodista española Cristina Morató ha reconstruido con minucia histórica y visita a todos los lugares del idilio.

Desafortunadamente la Divina Lola fue desairada por la corte, criticada por la Iglesia y sus arrebatos temperamentales muy poco la ayudaron a calmar las aguas. Era desafiante y altiva, atribuyó a los jesuitas su persecución y sus caprichos llevaron al rey a hacerla condesa de Landsfeld.

Todo lo cual suscitó una rebelión y la abdicación del monarca acrecentando su fama de mujer fatal que a todos sus hombres (y fueron muchos) traía la mala suerte. Una época, un mundo, que inmortalizaron películas y Lola Montes encarna en sus mejores y peores momentos. Este libro la rescata en su plenitud.

         

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diciembre
27 / 2017