Cuatro auténticos artistas del pop art colombiano

Álvaro Barrios, Beatriz González, Antonio Caro y Nadin Ospina son íconos del pop art en Colombia. Siguen vigentes por sus continuos trabajos y exposiciones.
 
Cuatro auténticos artistas del pop art colombiano
Foto: Clark Van Der Beken en Unsplash
POR: 
Daniel Zamora

El Pop Art es un movimiento artístico que surgió en Inglaterra y Estados Unidos a finales de la década de 1950. Su apogeo llegó en los sesenta de la mano de Andy Warhol, Roy Lichtenstein, Tom Wesselmann, y Richard Hamilton, quienes tomaron rasgos de la cultura popular -historietas, comida y televisión-, y los tradujeron en diseños, pinturas y puestas en escena que narraban sobre una sociedad mediada por el consumo, la tecnología, la moda y la publicidad.

En Colombia los primeros artistas enmarcados dentro del arte pop fueron Jorge Madriñán –por su obra Carmen la Violenta- y Bernardo Salcedo- por un collage con la imagen de Alka-Seltzer-. La participación de ambos se encuentra documentada en el catálogo del Primer Salón Intercol de Artistas Jóvenes, realizado en 1964, pero no hay imágenes de sus trabajos.

Desde esa primera incursión al arte pop, varios autores colombianos siguieron apostándole a este movimiento que ya tiene más de 50 años. A continuación les presentamos algunos de ellos, que son reconocidos internacionalmente y cuyo trabajo sigue vigente con exposiciones en diferentes galerías.

Álvaro Barrios, el papá del pop art colombiano

Nació en Cartagena, a los cuatro años diseñó el logotipo del diario La Prensa y hoy es de los artistas de arte pop más importantes de Colombia. Su obra mezcla diferentes técnicas como el dibujo, el grabado y la acuarela, abordando conceptos oníricos y satíricos cuyo tema principal es el arte mismo.

Tiene una especial obsesión con el trabajo del artista francés Marcel Duchamp, lo critica y elogia, se burla y lo sacraliza. Fantasea con él. María Belén Barrios de Ibarra fue la curadora de la exposición “La leyenda del sueño- Revisión de la obra de Álvaro Barrios”, que realizó el Museo del Banco de la República entre noviembre de 2013 y marzo de 2014.

 

pop art

El bebé dormido es rescatado 2008. Tomado de la página oficial de Álvaro Barrios.


El texto curatorial señala que “[En la obra de Barrios], las imágenes perviven en el sueño como memorias de lo nunca ocurrido o de lo que está aún por ocurrir. Memorias involuntarias del inconsciente. Eso es lo que busca emular Barrios en sus “fantasías” con Duchamp”.

Barrios critica el fetichismo del comercio sobre la obra, reprocha el coleccionismo, la forma como en el mundo del arte se sacralizan ciertos trabajos, lo que al mismo tiempo los frivoliza. Esto combinado con la representación gráfica a manera de cómic, con personajes, onomatopeyas y textos explícitos que hablan de Duchamp, marcan la originalidad y sello personal de Barrios.

Este artista ha logrado reconocimientos como la Medalla de Oro en la Bienal de Tokio en 1974, fue ganador de la Primera Trienal Latinoamericana de Grabado en Buenos Aires (1979), recibió el galardón Luis Caballero en Bogotá (1998), y el Premio Latinoamericano de Pintura y Técnicas Mixtas de la primera Bienal de Buenos Aires (2001).

La Galería El Museo, de Bogotá, ofrece una muestra del trabajo de Barrios titulada: El Circo del Museo de Duchamp del Arte Malo, y estuvo expuesta hasta el 24 de octubre de 2015.

Beatriz González, un pop art de justicia y reparación

Es una de las artistas infaltables en esta lista. Nació en Bucaramanga y en 1974 la crítica de arte argentina, Marta Traba, la catalogó junto a Álvaro Barrios y Bernardo Salcedo, en algo que denominó pop ubicado. Su obra documenta parte de la violencia en Colombia.

Luego de la toma del Palacio de Justicia en 1985, la temática de su trabajo estuvo centrada en el dolor de las víctimas, y en 2009 realizó una intervención serigráfica sobre los columbarios del Cementerio Central, de Bogotá, titulada: Auras Anónimas.

pop art colombiano

Auras Anónimas. Beatriz González. 2009/ Fotografía: Museo Memorias.


Actualmente, la galería Tate Modern de Londres ofrece la exposición The World Goes Pop, en la que muestra cómo se expresó el arte pop no solo en Estados Unidos e Inglaterra, sino desde diferentes partes del mundo, y exhibe la obra más reconocida de Beatriz González, “Los Suicidas del Sisga III”, inspirada en una pareja que decidió tomarse una foto antes de lanzarse de la represa del Sisga, y que el diario El Tiempo publicó en una crónica roja.

Antonio Caro, de villano a héroe

Nació en Bogotá en 1950. Sus performances han estado marcados por anécdotas tan dramáticas como graciosas; por ejemplo, en 1970 hizo un busto de sal con la forma de Carlos Lleras Restrepo.

La idea era regarle agua para que se diluyera, pero usó tanta que se salió del cristal donde estaba contenida e inundó la galería.

Luego, en 1973, cuando el Salón Nacional de Artistas rechazó su trabajo, le dijo a unos periodistas que iba a hacer una “intervención”, y fue donde Germán Rubiano, uno de los críticos que no aceptó su trabajo, y lo cacheteó.

pop art


Caro considera que la obra que lo graduó como artista es en la que escribió Colombia con la tipografía de Coca Cola.

Hasta el 13 de noviembre realiza una exposición titulada Lanzamiento de un grabado, en la galería Casas Riegner en Bogotá, y desde el 2 de diciembre, en el marco de los Homenajes MAMM, del Museo de Arte Moderno de Medellín, organiza una exhibición titulada: “Todo está Caro”, un reconocimiento a la trayectoria de del pintor bogotano.

Nadin Ospina, la creadora de Colombialand

Es bogotano y nació en 1960, su obra es un híbrido entre vedettes del cine y la televisión norteamericana y figuras representativas de culturas indígenas. Por eso vemos a Homero Simpson Pielroja, Bart a los ojos de indígenas Quimbaya y Mr Spock sentado junto a una figura precolombina.

Su obra es una lucha de estereotipo versus estereotipo; por ejemplo, en 2004, para la edición de julio, la revista National Geographic publicó la foto de una guerrillera colombiana con una frase que decía: “Cocaína, un fotógrafo en la tierra del polvo blanco”.

Ospina respondió con Colombialand, una serie de obras para las que utilizó figuras Lego. Presentadas como paramilitares, guerrilleros, secuestrados y demás actores armados para escenificar el conflicto. En 2007 amplió la muestra para presentarla en el Instituto Cervantes de Paris.

Encuentros, Pop art

Encuentros. Nadin Ospina.


Recientemente elaboró un mural titulado “Nuevos Mundos”, sobre la pared de uno de los edificios del centro de Bogotá. Un proyecto que pretende la revitalización por medio del arte de uno de los sectores más peligrosos de la ciudad.

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noviembre
30 / 2020