Con la muerte del doctor Derek Shepard en Grey’s Anatomy, la serie creada por Shonda Rhimes da un vuelco hacia un territorio inexplorado.
Con la muerte del doctor Derek Shepard en Grey’s Anatomy, la serie creada por Shonda Rhimes da un vuelco hacia un territorio inexplorado.
Mataste a McDreamy, Shonda? ¿A McDreamy? ¿Después de todo lo que vivimos juntos? ¿Después de que Meredith y él superaron que él fuera casado; se casaron con un post-it; adoptaron a una niñita africana, tuvieron a su propio hijito, y sobrevivieron a la caída del avión que mató a todos sus amigos? ¡Qué dilema el que encontramos en Grey’s Anatomy!
Doctor McDreamy. Foto: la.sonychannel.com.
Hace varios años no veo Grey’s Anatomy. Para mí era ya casi como el Padres e Hijos gringo; una serie con mil personajes nuevos que por alguna razón no es que avance mucho en términos de argumento, y en la que, además, me puedo poner al día simplemente con ver los avances del canal Sony. Pero la muerte de McDreamy, el personaje de Patrick Dempsey que desde el principio de la serie fue el verdadero amor de Meredith Grey, y que comentaron todos los medios estadounidenses, me tomó por sorpresa y no logro comprenderlo.
No logro comprender por qué Grey’s Anatomy tiene esa tendencia a matar a sus mejores personajes de la manera más sangrienta y triste posible. Como cuando se redujo el elenco a la mitad porque hubo en la serie un accidente de avión donde quedaron muertos nada menos que McSteamy y Lexie Grey, el mejor amigo y la hermana de Derek y Meredith.
Doctor Richard Webber. Foto: la.sonychannel.com.
O la muerte de George, justo al día siguiente de haber entregado, como el mejor mejor amigo de todos los mejores amigos de la historia, a Izzie Stevens en el altar cuando ella no pudo terminar el recorrido sola.
O Adele Webber, la esposa del jefe, que sufrió con las infidelidades del «chief» para terminar muerta en la sala de operaciones de Seattle Grace (o como sea que se llame el hospital ahora, ha tenido como 20 cambios en los últimos años) mientras todos los médicos estaban celebrando el matrimonio de Miranda Bailey.
Temo, Shonda. Temo porque no sé quién te queda por matar.
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