14 ejemplos de cómo las series de televisión son como las relaciones

Las series son como las relaciones; unas se alargan más de lo que deberían, otras se acaban por cosas que no están en sus manos y otras nos gustan mucho pero no somos capaces de aceptarlo en público.
 
14 ejemplos de cómo las series de televisión son como las relaciones
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POR: 
Juliana Abaúnza

El próximo domingo será el final de mitad de temporada de The Walking Dead, una serie que he visto desde la primera temporada y que probablemente nunca dejaré de ver pero con la que tengo muchos problemas. The Walking Dead es como una relación de esas en las que la persona la caga una y otra vez y uno piensa “¿por qué me metí en esto?”.

Luego hace algo espectacular un día y uno piensa “wow, de pronto todo va a cambiar y volverá a ser chévere” pero no, después la vuelve a cagar como uno sabía que lo iba a hacer.

Eso me puso a pensar que las series son como las relaciones; unas se alargan más de lo que deberían, otras se acaban por cosas que no están en sus manos y otras me gustan mucho pero no soy capaz de aceptarlo en público.

Así como con las personas, cada serie puede representar un tipo de relación distinta para diferentes personas entonces cuénteme qué relación tiene usted con cada una. Estas son las mías:

Game of Thrones:

Es una relación emocionante con una alguien inteligente y sexy que aparece una vez al año durante más o menos dos meses llenos de desnudez y violencia pero luego desaparece.

Lo bueno es que sé que tenemos muchos años por delante en los que podré amarla con pasión aunque me haya hecho sufrir y llorar más de una vez.

Breaking Bad:

Con el paso del tiempo logró emocionarme cada vez más y se me fue convirtiendo en una adicción. Dejé de ir a clases en la universidad y no vi a mis amigos por fines de semana enteros por estar con ella.

Lo bueno es duró lo que tenía que durar, se acabó en el momento perfecto y ahora solo me quedan buenos recuerdos. Cuando veo sus fotos o videos en Internet, sonrío. Tal vez algún día vuelva a ella para recordar viejos tiempos.

Lost:

Creo que el problema con ella fue que nuestro primer día fue perfecto. Sentía que era algo completamente distinto a mis anteriores relaciones y no sabía qué esperar.

Pero, lamentablemente, con el tiempo se enloqueció y ya al final no se parecía en nada a la promesa que había sido al principio. Todavía me da mal genio cuando recuerdo cómo terminamos.

Buffy the Vampire Slayer y Gilmore Girls:

Son mis amores de la adolescencia, mi entrenamiento para las que vendrían después. Vuelvo a ellas cuando estoy desparchada o cuando me da pereza o miedo empezar una relación con una nueva serie. Somos amiguísimas y sé que van a estar siempre ahí para mí.

The Big Bang Theory:

Todo el mundo la ama y dicen que es lo máximo pero yo no le veo la gracia y por eso le he cogido fastidio.

Mis papás me la meten por los ojos y hablan de sus cualidades y de lo buena que es todo el día pero a mí no me convence ni un poquito.

Le di oportunidades más de una vez pero esas citas por compromiso fueron un fracaso. Mientras a todos les saca lágrimas de risa, a mí logró sacarme máximo una sonrisa desganada.

The Simpsons:

Agh, fue una relación perfecta durante muchos años. Era probablemente la más chistosa que había conocido y me divertía todo el tiempo. Cada año que pasaba se ponía mejor y me sorprendía con su humor y a veces con una lindura que me sacaba lágrimas.

Pero, aún más que House, se alargó más de lo que debía y tuve que terminarle. Ahora cuando la veo por ahí me parece horrible y no puedo creer que este esperpento sea la que antes me hacía tan feliz.

The Wire:

La amo y nunca dejaré de hacerlo. Parezco una testigo de Jehová que va preguntándole a las personas si tienen unos minutos para escuchar sobre las maravillas de The Wire.

Lo primero que les advierto es que de primerazo puede no parecerles tan emocionante como otras pero eso es porque, así como con Seinfeld, toma un tiempo cogerle el ritmo e ir entendiendo de qué se trata. Pero cuando uno ya se engancha, no hay forma de parar.

De todas mis relaciones, tal vez esta no haya sido la más adictiva pero sí ha sido la que más me ha puesto a pensar y con la que más satisfecha y en buenos términos he terminado.

Hannibal:

Cuando me hablaron de ella pensé que iba a ser terrible. No daba un peso por ella y pensé que iba a ser una adaptación malísima. Aún así le di la oportunidad y lo que encontré fue sorprendente.

Es divina (probablemente la más linda a la que he conocido), inteligente, a veces es chistosa y cada vez me gusta más. Espero que nuestra relación no se termine pronto porque hemos hablado de durar al menos siete años juntas.

True Detective:

Me gustó mucho y nos veíamos todas las semanas pero me daba un poquito de dolor de cabeza porque tenía la costumbre de hablar más de la cuenta y muchas veces decía cosas que parecían no tener sentido.

Aún así, era muy linda, me encantaba la música que oía y me tuvo como una loca buscando en internet teorías que pudieran explicar su comportamiento.

El próximo año volverá pero he leído que será con un cambio extremo. Ya veremos si su nuevo look me gusta o no.

Arrested Development:

Era inteligente y chistosa de una forma completamente distinta a todas las que había conocido antes pero fue una relación corta (cortísima) que se acabó cuando estábamos en nuestro mejor momento por cosas que no estaban en manos de ninguna de las dos.

Años después de esa despedida forzada, volvimos a vernos pero ya no era lo mismo. No estaba mal, para nada, pero no era igual.

House M.D.:

Esta relación me encantó durante mucho tiempo pero desafortunadamente se alargó más de la cuenta. Si hubiéramos terminado después de cinco años, todo habría sido mejor. Pero no, tuvimos que insistir en que durara ocho tal vez porque dependíamos mucho el uno del otro.

Aunque la terminada no fue la mejor, todavía la recuerdo con cariño y extraño su capacidad de hablarme de cosas serias y al momentico hacerme reír.

Supernatural:

Me encanta, me encanta, me encanta. Es mi placer culposo. Tal vez no sea tan sofisticada como otras, tal vez no se la presentaría a mis amigos, tal vez la veo a escondidas y solo la comento con una de mis hermanas pero me encanta.

Hace mucho no nos vemos porque tuvo un periodo en el que dejó de ser chévere pero todavía recuerdo esas primeras cinco temporadas en las que me mostró que tenía sentido del humor, buen gusto musical y que no era tan tonta como algunas personas piensan.

Community:

Desde la primera vez que nos vimos sentí que éramos almas gemelas. Hemos visto las mismas películas y las mismas series pero ella sabe mucho más que yo.

Muchas veces me cuesta un poco entender todas sus referencias y chistes pero eso no me impide disfrutarla y reírme en voz alta cada vez que nos encontramos.

Hemos corrido el riesgo de que la saquen a la fuerza de mi vida pero afortunadamente ahí sigue.

Spartacus:

 

Me resistí a sus encantos durante mucho tiempo porque me parecía un poquito guisa. Un día, después de la insistencia de dos amigos que hablaban bien de ella todo el tiempo, decidí verla.

Al principio pensé que era solo desnudez y melodrama pero con el tiempo fui descubriendo que esa es su gracia: lo básica que es.

No todas tienen que ser The Wire; muchas veces lo único que uno quiere es emociones que parecen de telenovela y gente empelota.

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octubre
31 / 2020