“El Estéreo Picnic está emulando a los grandes festivales del mundo”

Hablamos con Philippe Siegenthaler, uno de los “padres” del Festival Estéreo Picnic, pocos días después de que se anuncie el cartel para 2015.
 
“El Estéreo Picnic está emulando a los grandes festivales del mundo”
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Jaime Pérez-Seoane

Hace cinco años aún se les creía locos cuando organizaron, aceptando que perderían la plata que reunieron para invertir, la primera edición de un festival de música alternativa en Bogotá. Lo que algunos no saben es que años atrás, en 2005, ellos participaron, como miembros de Evenpró, en traer a los mismísimos White Stripes a la capital del país. Hoy, T310 y Absent Papa son el referente en la promoción de conciertos en Colombia. Aunque son culpables de la visita de bandas de la talla de Arctic Monkeys, Franz Ferdinand y The Lumineers, se les conoce (y estima) por organizar el más grande de los eventos musicales del país: El festival Estéreo Picnic.

En días pasados se hacía público el cartel de la sexta edición del ya célebre festival. Aunque los primeros fieles habían corrido a conseguir su boleta incluso antes de saber quien estaría en nómina, el cartel no defraudó a nadie. De hecho, Philippe Sigenthaler, uno de los fundadores de Absent Papa, cree que la que se celebrará entre el 12 y el 14 de marzo de 2015 será la edición más grande en la breve historia del Estéreo.

Kings of Leon, Jack White, Calvin Harris, The Kooks, Foster the People, Andrés Calamaro, Kasabian y Skrillex son solo una pequeña muestra de una lista de artistas realmente asombrosa. Diners habló con Philippe de la próxima edición del festival, de traer a los Strokes, de por qué las boletas son tan caras, y de mucho más.

Hace una década, Colombia era territorio vedado para las bandas alternativas. ¿Qué ha pasado?
¡No han parado de pasar cosas! Hace diez años nacían Absent Papa y T310, y ahora somos una institución totalmente profesional. Comenzamos con un hobby: Montábamos eventos donde la gente pudiera esparcirse y consumir buena música. Hoy, hemos dejado de ser unos amateurs, y eso se ha notado en las bandas que vienen a Colombia. En las últimas semanas han tocado Arctic Monkeys y Vetusta Morla, por ejemplo, y ambas han logrado llenos absolutos.

¿Cómo evoluciona un país de apenas tener cultura de música alternativa a llenar salas en diez años?
Uno de los hitos que cambió la escena musical independiente fue el concierto de The White Stripes en el palacio de los deportes, en 2005. Al principio éramos los promotores los que empujábamos, y con el tiempo se ha ido estableciendo una masa crítica. La consecuencia directa ha sido un aumento en los recursos, y detrás han venido mejoras en los escenarios y en la oferta musical.

¿Hay escenarios suficientes? Parece que las bandas pequeñas y medianas no tienen demasiadas opciones.
Les vendría bien tener más alternativas, estoy de acuerdo. Pero las oportunidades para grupos locales han aumentado, y estamos trabajando para que sigan haciéndolo. Nuestra empresa es responsable del Festival Hermoso Ruido, que pretende dar notoriedad a músicos de todas las regiones. En Bogotá, por ejemplo, hay salas intermedias, como la nueva de Armando – con capacidad para 800 personas – y La Ventana, además de varios clubes de electrónica que acogen desde 300 a 800 invitados. La cadena de restaurantes La Hamburguesería está haciendo un trabajo tremendo, ofreciendo música en directo. Vemos con frecuencia como artistas internacionales, como hizo recientemente Russian Red, y locales, como Los Petit Fellas, llenan alguna de estas salas. Es muy positivo.

El Estéreo Picnic reúne cada año a decenas de bandas de todo tipo. En la próxima edición, por ejemplo, compartirán escenario un ídolo del rock como Jack White y un DJ con enorme éxito comercial, Calvin Harris. ¿Por qué tanta diversidad de estilos?
El Estéreo Picnic es una propuesta que defiende la diversidad, pero siempre dentro de lo alternativo. Amamos la pluralidad, y tratamos que la gente venga no sólo a bailar con los conciertos de sus artistas favoritos, sino también a descubrir nueva música, independientemente de su procedencia.

Ustedes son los grandes promotores de la música extranjera en Colombia. ¿Qué papel le dan a la industria nacional?
En esta edición del festival hemos apostado por ensanchar la propuesta nacional. La escena local tiene la necesidad de ser vista (y escuchada) en una dimensión mayor que la ofrece un club. Este es uno de los principales motivos por los cuales decidimos incorporar una tercera tarima en esta edición. El cartel de 2015 incluye un gran número de bandas locales, todas muy recomendadas. Bajo tierra, Ciegossordomudos, Superlitio, Planes y Telebit son algunas de las bandas que llegan para mostrar su calidad. Otras, como Systema Solar, ya son ampliamente reconocidas. Y luego, en otra altura, están Aterciopelados, una banda mítica cuyas canciones todos conocemos.

En la última edición se presentaron varias formaciones del caribe colombiano. ¿Hay alguna región protagonista esta vez?
Hemos apostado por el pacífico, trayendo dos grupos portentosos. Les recomiendo que no se pierdan los toques de Herencia de Timbiquí y Rancho Aparte.

Lo que más triunfa a nivel global es anglosajón. Basta con mirar los tres cabezas de cartel del Estéreo (Kings of Leon, Calvin Harris y Jack White). ¿No es momento de defender la música en español?
Desde luego. La música en español representa nuestra esencia, crecimos con ella. Nosotros tenemos una deuda particular con la música en castellano, ya que hasta ahora hemos promocionado con más fuerza la música en inglés porque es lo que escuchan más los jóvenes. Estamos apostando por cantautores en español, como Calamaro, que tocará en el festival. Él mató a un policía motorizado, Caloncho, La Mala Rodríguez, Andrés Correa y el Grupo de Expertos Solynieve, entre otros, nos harán bailar en nuestro idioma.

¿Cómo se consiguen cabezas de cartel como estos?
Nuestra premisa es tratar de convertir el Estéreo Picnic en un festival de primer nivel, y para ello emulamos a los grandes festivales del mundo. Nuestros cabezas de cartel podrían serlo de Coachella o Lollapalooza, y muchos tocaron (o tocarán) en Glastonbury. Incluso traemos una segunda línea de artistas que podrían ser cabeza de cartel en otros lugares. The Kooks, Kasabian y Skrillex son capaces de llenar grandes salas por su cuenta. Esto no quiere decir que estemos apostando siempre (y exclusivamente) por lo más popular. También nos gustan las nuevas generaciones de bandas underground; Gente como Chet Faker y Major Lazer está creando una corriente aparte… y por eso los traemos.

Asistir a un festival en Colombia sigue siendo un lujo. ¿Qué pasa con los precios?
Es complicado. Sabemos que los precios limitan enormemente la capacidad del público para conseguir boletas. Nos encantaría organizar un festival con noventa o cien mil asistentes, pero de momento tenemos que conformarnos con tratar de juntar a cincuenta mil sumando tres días de festival. Un evento como Lollapalooza vende 90,000 boletas para cada día del evento, y además cuenta con más patrocinadores. Nosotros tenemos que vender 42,000 tickets sólo para no perder plata.

¿Han aumentado los patrocinadores?
Algunos le han apostado con mucha fuerza a eventos de este tipo, y eso nos encanta, pero la cruda verdad es que la mayoría de empresas aún no confía en la capacidad de la música para proyectar sus marcas. En ese sentido Colombia es un país conservador, lo que dificulta que nos acerquemos a la realidad de otros países como México o Brasil.

Muchos artistas y bandas nunca han pisado tierra colombiana, y a veces ni siquiera han pasado por el continente. ¿A quién sueña con traer?
Me encantaría que vinieran Radiohead o The Strokes, que nunca han tocado en Latinoamérica. Aunque tengo otros en la cabeza, como James Blake y Los Planetas.

         

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noviembre
20 / 2014