Las mujeres del Festival Entreviñetas

Este año Entreviñetas trajo como invitadas a tres mujeres que desde diferentes aspectos dan su aporte al mundo del cómic.
 
Las mujeres del Festival Entreviñetas
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POR: 
Juan Sebastián Alba Torres

El cómic parece, algunas veces, un mundo masculino, sin embargo, como en todos los aspectos de la vida, las mujeres se han abierto paso a pulso en un mundo que cada vez las mira con más admiración. Entreviñetas, el festival de cómic más importante América Latina, no podía quedarse atrás y por eso dentro de su cartel de invitados incluyó a tres mujeres, todas con una visión diferente del cómic y que se unen a las dinámicas de este arte desde puntos muy diferentes.

Para esta edición de Entreviñetas las invitadas fueron Ana Merino, poeta, teórica y lectora voraz de cómic que desde que nació vivió entre una gran colección de historietas de su padre, el escritor José María Merino. “Yo tuve la suerte de leer cómic desde que tenía cuatro años, leía La pequeña Lulú, Tintín, las historietas de línea clara y eso hizo darme cuenta de la importancia del cómic y convertirme en una reivindicadora” dice Ana Merino, quien se ha dedicado a estudiar el cómic y su poder educativo, un poder que se ha infravalorado y que ha llevado a considerar el cómic como un género menor por la academia, pero que con los años ha logrado un papel más activo gracias al trabajo de editores, autores y críticos.

El papel de la mujer en el cómic también se ha destacado desde otros campos como el de las creadoras. Este año las autoras invitadas fueron la austriaca Ulli Lust y la chilena Catalina Bu (en la foto), las dos con estilos muy diferentes en su narración pero que se han ganado un espacio en la escena del cómic. Ulli Lust presentó su novela gráfica “Hoy es el último día del resto de tu vida” un relato autobiográfico de cuando emprendió un viaje por Europa con tan solo 17 años, un recorrido lleno de experiencias muy fuertes, para nada una lectura sencilla, más bien una especie de road movie que se desarrolla velozmente y que deja al lector sin aliento, un libro que ha ganado todos los premios que un cómic podría recibir.

Catalina Bu, por otro lado, presentó en el festival su novela “El diario de un solo”, una historieta que narra la soledad que cualquier persona puede sentir, un relato cotidiano como los buenos cómics. “Yo empecé a dibujar cómics porque tuve clase con Carlos Reyes, una persona que sabe muchísimo de cómics y me enseñó que no debían ser solo de aventuras o de personajes fantásticos, eso me hizo perder el miedo y, como lo encontraba muy lindo, me arriesgue a hacer cómic, aún sin saber mucho de su historia, simplemente hago lo que gusta” cuenta Catalina sobre su motivación para empezar en el cómic. Catalina hace parte de esos autores que se arriesgaron y se aventuraron a plasmar en papel sus gustos, pero sobre todo es de esas autoras que se abren paso en un mundo que puede verse como masculino pero que se abre cada vez más. “Cuando empecé a hacer cómic en Chile ya habían varias autoras por lo que no me he encontrado con un mundo machista, aunque al principio me lo advirtieron no lo he visto así, al contrario he tenido un buen recibimiento” dice Catalina.

El cómic como todos los aspectos de la vida va cambiando y cada día se aleja más del encasillamiento de géneros y los acepta igual, prueba de ello son las mujeres que trabajan cada día desde su campo para aportarle algo al género, sea como críticas, autoras o teóricas. “Igual que en los otros mundos como en los literarios y musicales, las mujeres hemos ido abriendo camino, pero también hay autores masculinos que han tenido sensibilidad hacia lo femenino como los hermanos Hernández y otros autores que reflejan eso en su obra” puntualiza Ana Merino. Lo cierto es que el cómic vive una buena hora especialmente con la consolidación de festivales, el surgimiento de editoriales y de nuevos autores que continúan con esta tradición.

         

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septiembre
19 / 2014