6 consejos para proteger a las abejas, los animales más importantes

Hablamos con tres expertos acerca de la función vital de estos insectos en nuestra vida y de qué podemos hacer para contribuir a su cuidado.
 
6 consejos para proteger a las abejas, los animales más importantes
Foto: Hans Benn en Pixabay / C.C. 0.0
POR: 
Maria Camila Botero

Si bien es cierto que la serie animada La abeja Maya ya nos advertía desde 1975 sobre la importancia de estos insectos en el planeta, no es sino hasta la última década que se ha hecho eco de su función equilibradora en los ecosistemas. Y es que es tan vital su labor que la Real Sociedad de Geografía de Londres y el Earthwatch Institute las consideran como “los animales más importantes del mundo”.

¿Por qué? Jorge Tello —zootecnista, apicultor y profesor asociado de la Universidad Nacional de Colombia— explica que la polinización que realizan las abejas permite que las flores sean fecundadas para dar semillas y frutos. Es decir, sin ellas no podría comerse una jugosa maracuyá, tomarse una taza de café en la mañana o hacer una ensalada de tomate para el almuerzo. De hecho, según un artículo publicado por la revista Semana, de cada 100 productos alimenticios, 70 dependen de su función de polinizadoras.

Foto: Myriams Fotos en Pexels / C.C. 0.0


Pero no es todo. De acuerdo con el profesor Tello, las abejas también tienen la importante función de mantener la diversidad genética de las plantas. “Lo que hacen es trasladar el polen de una planta a otra y así mejoran la salud genética del bosque. Y aquí es importante aclarar que los bosques no son solo decorativos, lúdicos y bonitos: son una fábrica de agua y si desaparecen los polinizadores, se van a ver seriamente afectados. Todo está ligado”.

No son la únicas polinizadoras, pero son fundamentales

Claro está que las abejas no son la única especie polinizadora. Según un informe de National Geographic, hay más de 200.000 especies animales que ayudan a las flores a producir más flores; entre ellas están las moscas, escarabajos, colibríes, mariposas, polillas, avispas e incluso hormigas. A su vez, Tello apunta que alimentos como el trigo, el arroz y el maíz son polinizados por el viento.

“En Japón están contratando personas que se suban a los árboles y polinicen los ciruelos con una plumita. También en muchas partes se están implementando drones que cumplan con la función de los polinizadores, pero lo cierto es que no son tan efectivos como las abejas porque estas instintivamente reconocen qué polen es fértil. Tenemos un ejército de obreras que trabajan día y noche sin cobrar”, explica el profesor.

consejos para proteger a las abejas Foto: PollyDot en Pixabay / C.C 0.0


Agrega que aunque el mundo no se va a acabar sin ellas, sí las necesitamos para tener una dieta balanceada. Por eso le traemos seis consejos compartidos por tres expertos para contribuir al cuidado de estos importantes animales.

Ahora sí, 6 consejos para proteger a las abejas

La mayoría de estas recomendaciones van dirigidas a todos desde su rol de consumidor, pero algunas son específicamente para agricultores y personas con profesiones más especializadas en la industria alimentaria.

1. Ojo con los alimentos transgénicos

Todos los componentes de los productos que consumimos a diario deben estar relacionados en la etiqueta, por eso el profesor Tello recomienda revisarlos muy bien para cerciorarnos de que no tengan transgénicos —organismos cuyo material genético ha sido alterado—.

“El cultivo de transgénicos destruye el ecosistema de las abejas por los altos niveles de deforestación y la construcción de pozos ilegales; están contaminando los mantos freáticos con químicos que proceden de plaguicidas, las floraciones quedan expuestas a estas sustancias y el ciclo se agrava cuando las abejas se alimentan y polinizan las flores”, explica María Colín, especialista en temas de bioseguridad y OGM en Greenpeace México.

Cabe mencionar que este tema suele ser causa de polémica. Algunos sectores y expertos dicen que los transgénicos no son perjudiciales para la salud y que desde el inicio de la agricultura se ha alterado la genética de algunos alimentos. Además, resaltan que estos sirven para garantizar la seguridad alimentaria. Sin embargo, organizaciones como Greenpeace no creen que estos sean la solución al hambre y han demostrado sus riesgos ambientales.

2. Tener un cultivo orgánico en casa

No importa mucho el espacio, en casa podemos implementar una huerta orgánica que se adapte a nuestras necesidades. Paola González —ingeniera agrónoma, apicultora y coordinadora de la escuela ambiental Refugio vida nativa— recomienda tener variedad de especies. Principalmente plantas medicinales como tomillo, romero, salvia e hinojo.

“En cuanto a especies frutales, la mora y la fresa benefician mucho a las abejas y si tenemos más espacio, la curuba, la guayaba, la granadilla y los cítricos también son una buena opción”, explica.

Algo importante es, en la medida de lo posible, no consumirlo todo. “Dejemos una parte para que florezca y pase de flor a semilla, así las abejas van a llegar a alimentarse. Por ejemplo, los rábanos, coliflores, brócolis y perejil atraen muchos de estos insectos, así que dejándolas florecer las beneficiamos y producimos semillas limpias en nuestra propia huerta que trataremos con insumos naturales”.

3. Comprar en mercados agroecológicos y apoyar la apicultura

La apicultura agroecológica ofrece variedad de productos nativos sin pesticidas en su esencia; los abonos son orgánicos y los insumos naturales, por lo que no contaminan ni envenenan a las abejas. Apoyar estas iniciativas garantiza que más especies de estas se puedan multiplicar.

apicultura Foto: Mark Stebnicki en Pexels / C.C 0.0


“Cuando compramos productos de las colmenas estamos incentivando que más personas se dediquen a la apicultura y así compensemos el daño generado”, relata González.

En estos lugares no solo puede conseguir miel, sino también propóleo, cera, jalea real y apitoxina —un componente que tienen las abejas y que se usa en el tratamiento de dolor en enfermedades como la esclerosis, artritis y demás procesos inflamatorios, según Tello—.

4. Conocer la importancia de las abejas e incentivar la educación ambiental

Entre más personas sepan sobre la importancia de las abejas en nuestro ecosistema y cómo cuidarlas, será más sencillo implementar una agricultura sostenible. Esto incluye a las pequeñas huertas en casa que permiten que las especies polinizadoras tengan una mayor fuente nutritiva.

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En caso de que desee emprender proyectos de apicultura sostenible o aprender en profundidad sobre estos insectos, puede inscribirse al curso semipresencial que está ofertando Refugio vida nativa. Habrá un componente virtual del 16 al 19 de agosto del 2021 y unas sesiones presenciales en Firavitoba, Boyacá, del 21 al 22 de agosto. Más información en los números de teléfono 311 808 0049 – 317 748 3865, en su página de Facebook o en Dr. Bee.

Si es agricultor o tiene fincas rústicas:

5. Decir no a los monocultivos, entre más variada sea la siembra mucho mejor

A manera de ejemplo sobre lo perjudiciales que son los monocultivos, el profesor Tello comenta que de los 50 Estados que hay en Estados Unidos, uno solo, que es California, emplea “dos millones y medio de colmenas para polinizar un solo cultivo: los almendros. Eso es casi toda la población de abejas de ese país”.

Un reportaje realizado por The Guardian asegura que millones de abejas mueren de cansancio cada año por la fabricación masiva de leche de almendras. Esto se debe, según Tello, al monocultivo. “Es como si a usted lo hacen comer solo arroz o aguapanela, puede que se no se muera, pero su sistema inmune se debilita. Es lo mismo que poner a las abejas a polinizar únicamente almendros. Están en un ambiente que no es natural que les aumenta el estrés, se desnutren y mueren”.

consejos para proteger a las abejas Foto: Ulrike Leone en Pixabay / C.C 0.0


Lo mismo ocurre con todos los monocultivos, según ambos expertos. Por eso es esencial que haya diversidad de especies silvestres, herbáceas, arbustivas y arbóreas para favorecer a todos los organismos benéficos y en especial a las abejas, pues según Luz Stella Fuentes —directora del Centro de Biosistemas de la Universidad Jorge Tadeo Lozano— su dieta requiere una variedad de polen y néctar.

6. Reducir el uso de agroquímicos

“Otro gran problema son los pesticidas. Todo lo que termina en ‘idas’: insecticidas, fungicidas, acaricidas y herbicidas”, comenta el profesor Tello. “Las aplicaciones químicas que hacen en los cultivos alteran el sistema nervioso de las abejas, las desorienta y las mata”, complementa Fuentes.

“En Fresno, Tolima, usan a las abejas como un bioindicador de la calidad de los alimentos. Obligan que cerca a los cultivos de aguacates hass hayan apiarios, si cuando van a revisar las abejas están muertas, no compran porque saben que han usado muchos pesticidas que de igual forma están afectando el alimento”, agrega.

González explica que el uso de pesticidas se debe a que han aparecido plagas incontrolables, pero que esto no pasaría si hay un equilibrio natural. “Cuando tenemos una agricultura con diversidad, unos insectos controlan a los otros y de esta manera es la propia naturaleza la que evita que existan plagas”.

Claro está que esto toma tiempo, por lo tanto, en caso de ser necesario, recomiendan el uso de productos ecológicos, ya que muchos insecticidas químicos —como el Fipronil— pueden ser altamente tóxicos para las abejas. En últimas, la moderación de estos agroquímicos y su aplicación en justa medida puede ser una opción en casos de urgencia, pero deben ser complementados con otras prácticas de manejo, para evitar afectar estos seres vitales.

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julio
23 / 2021