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La nueva colaboración entre H&M y Brock Collection ofrece prendas versátiles, frescas y sostenibles. Una ‘stylist’ le aconseja cómo usarlas.
*Alianza estratégica
Estampados florales, listones de ensueño y mangas dramáticas. Desde Lily Collins hasta Lena Headey han desfilado los diseños de Brock Collection por las alfombras rojas más importantes del mundo. Esta vez la personalidad romántica y moderna de la pareja de diseñadores se expande a miles de tiendas internacionales en su colaboración con H&M.
Laura Vassar y Kristopher Brock son los creativos detrás de esta marca de lujo que le añade un toque de realidad a su fantasía contemporánea. Desde Los Ángeles han plasmado en esta cápsula de verano de H&M su esencia californiana, que en algunos detalles recuerda al estilo caribeño de Cuba o Colombia.
Fundada en Suecia pero con tiendas en 69 países, H&M añade a la pareja a su lista de colaboraciones con diseñadores y casas de moda de la talla de Karl Lagerfeld, Donatella Versace, Moschino y la colombiana Johanna Ortíz.
La stylist caleña Angélica Díazgranados define la colección con una palabra: “aterrizada”. Y cerca a lo que muchos llaman la “democratización de la moda”, H&M logra una vez más acercar firmas de lujo a compradores de todo el mundo. Díazgranados le contó a Diners los detalles detrás de esta colaboración y algunos consejos para usarla, lejos de las normas anticuadas.
Completamente, el hecho de ser stylist significa acercar a un individuo –que puede ser tú, mi tía en Cali o a un talento– a la moda táctil. Es decir: mira, esto existe, aquí está, lo puedes tomar, te lo puedes poner. La mayoría de las veces, la moda se vuelve inaccesible.
Lo que hacen casas como H&M es decir: podemos traer un gran diseñador y puedo acercar su trabajo para que usted lo toque, lo tenga, lo lleve y lo luzca. Inmediatamente, el diseñador se vuelve de su entraña y se generan unos procesos de apropiación, que van desde lo personal hasta lo cultural. Si hay un vehículo que te lo permite, es genial.
Es una colección aterrizada –ese es un término muy preciso–. Cuando te vas a poner una prenda, al decidirlo debes identificar cómo esa prenda será versátil del desayuno a las 8:00 a.m. hasta la cena a las 8:00 p.m. Si lo logras, es una ganancia, estuviste aterrizada: cómoda y agradable visualmente todo el día.
Esto es lo que tiene esta colección, es entretenida al ojo, los lazos, la corsetería bien armada, los boleros a la cintura… todo el tiempo te está entregando un poco de todo, como en un delicatessen. Eso es lo que te está diciendo la colección, que está preparada para ir contigo de la mañana a la noche y tenerte en un estatus alto del vestir, que no vas a sentirte demasiado informal o deportiva, pero sí muy cómoda.
Foto: cortesía H&M.
Esto es tan complejo como una tesis de doctorado. Recuerda cuando nos decían que en la posguerra lo que más se vendieron fueron los labiales, que no había plata pero las mujeres se querían ver bien presentadas, entonces invertían en perfumería y maquillaje para tener esa sensación de bienestar. Esto es el romanticismo moderno, una sensación de bienestar todo el tiempo a través de prendas que no están mega elaboradas.
O sea, no estamos hablando de una chaqueta de 3.500 piezas de cristales. Es una blusa que con una lazada al hombro simplemente te está diciendo que es preciosa. El hombro está adornado, el cuello está alargado… Te estás ganando un montón de información con un pequeño detalle.
Lo que pasa es que soy una antireglas. Cuando yo estudié –hace diez años atrás–, esto era así: si usted tiene la cara redonda, tiene que tener el cabello así. Si usted tiene la cara cuadrada, se tiene que pintar el pelo de morado. Entonces sentí una saturación de información del deber hacer, que para mí no es comprensible. Efectivamente, esta es una colección de verano. Se le nota en el talante.
Pero esto no quiere decir –y no debería quererlo decir bajo ninguna circunstancia– que las prendas no sean útiles aquí en Bogotá. Entonces te encontrás con esta postura donde yo digo no nos amarremos, porque creo que nos han enseñado el equívoco del valor por el gusto al vestir, ¿sabes? Lo delicioso del acto de vestirse, que es como comer o bailar, es la liberación al momento de hacerlo. Con esto me siento cómodo, me siento bien y así empieza a convertirse en una estructura del vestir y eso es bacanísimo.
Nosotros los latinoamericanos somos una manada de afortunados. Es que crecer entre dos mares, tener palma, coco y páramos es impresionante. Entonces la estética romántica como está planteada desde esta colección, no ese romanticismo europeo de finales de siglo, sino más bien como un bolero acalorado, como más bailador, llamémoslo así, nos permite reconocernos como latinoamericanos porque es lo que tenemos.
Por eso a nosotros como latinos se nos hace muy fácil la apropiación de esta estética. La conocemos desde unos entornos casi silenciosos. Casi que desde las imágenes de la esclavitud lo hemos visto –tristemente, porque esto último no es para aplaudir–.
Ahora, ellos lo hicieron espectacular. Entonces ahí es cuando uno dice esto es moda y yo lo quiero para mí. Quiero usar esto en mi día a día y hace parte de una tendencia que quiero explotar en la siguiente temporada. Entonces claro, estos mini-Carlo Carrizosa, estos pequeños detalles que reconocemos es la misma historia haciéndose presente en nuestros diseños.
Foto: cortesía H&M.
Es divino, esto es de aquí. Cuando la gente le dice a uno ‘ay, es que esto es tan Johana Ortíz’. Claro que es Johana Ortíz, porque ella le metió el bolero de esa forma y le metió la falda así. Ella hizo una estructura matemática de cómo hacer andar esa falda.
Hay una cosa clave en el denim que yo aprendí desde muy niña y que siempre me ha causado alegría de saberlo. El denim se mezcla por gramajes y esto quiere decir que el jean que planeo usar en verano, nunca será el de invierno. Entonces la sensación visual es como ‘uy, qué calor’, pero la sensación táctil no lo es. Porque el jean de verano tiene un porcentaje altísimo de algodón y es como tener un pantalón suavecito. Es supremamente distinto.
Entonces me parece de hecho bien bonito lo que logra la colección mezclando el denim con estas flores, con estos lazos… Porque se vuelve un poco un corte y le da un tono un poco deportivo. Tiene esta onda medio chic, medio sport, pero es delicada porque le sigue ganando el romanticismo y lo floral. Entonces se vuelve bellísimo el resultado final.
Un accesorio se acopla a todas tus necesidades. ¿Qué necesita mi cuerpo? Mi cuerpo en este momento necesita que me abrigue bien para que no me dé tos. Esto es un ejemplo muy puntual.
Las reglas son montones, pero como te dije hace un rato se hicieron para romperse en la medida en que no vayan en contra de nadie. Si yo me pongo las sandalias y puede que me dé frío, pero voy a estar poco tiempo fuera, perfecto. Entonces se basa en la satisfacción personal, en cómo me siento yo replicando el mensaje de tener estas prendas puestas.
Y aprovecho para hacer un paréntesis, porque la colección tiene un oversize que me parece muy importante porque replantea la silueta femenina.
Hay un top de color avena que tiene encorsetada la parte del busto. Para mí es la que tengo que poner en la maleta porque te va a funcionar con un short o unos jeans. Pero si le pones un pantalón super pegado y brillante, tienes un look de noche. O si le pones una falda y le montas unos tacones te cambia de nuevo. Entonces esa blusa se convierte en un ‘tengo todo en el bolsillo’.
Hay otra que me tiene matada que es el vestido de los lazos sobre el hombro. Me parece una superherramienta porque si quieres usar capas inferiores va a funcionar super bien en los climas que quieras. Te puedes poner una camiseta debajo y unos tenis y tienes un look más sport. O puedes usar una gargantilla y te haces una cebolla en el cabello y es un look más estilizado.
Cortesía: H&M
Una cartera. Hay unas que son como rellenitas y son supremamente cool. Tienen una sensación fresca, joven y con mucha información visual. Eso le aporta una cantidad de cosas a favor a tu look, además del servicio que te está prestando de cargar lo que quieras.
Este no es un tema del que se habla, sino que se hace. Es decir, si yo reciclo en mi casa pues no salgo a decir ‘hola, buenos días, yo reciclo’. No. Es una decisión personal. ¿Cómo influye en mi vida? Pues es que yo como ser humano me siento mejor haciendo este aporte al planeta porque no podemos seguir teniendo una camiseta que me pongo una vez y se daña porque se pica o no me la pongo más y se vuelve basura.
Entonces que las marcas me den la opción de retornar las prendas para que ellas puedan rearmar y rehacer textiles para nuevas prendas es supremamente halagador a la hora de comprar. Y segundo, empiezas a sentir en el textil la diferencia. Cuando una tela tiene un proceso, se siente y eso es supremamente agradable.
En definitiva, es un proceso personal supremamente enorgullecedor. Aunque hay que tener en cuenta que no estamos siendo al cien por ciento sostenibles, creo que nos falta a todos como sociedad para llegar al porcentaje que debemos. Pero creo que cada paso es un proceso interesante en el que juntos vamos evolucionando hacia un mejor proyecto de moda sostenible.