Y después del odio ¿Qué?
Esta pertinente reflexión sobre el odio ayuda a entender de dónde viene y qué hacer con él justo en este álgido momento político.
El principal sospechoso que llevó a la muerte a Ana Frank fue un judío, encargado de organizar las deportaciones a nombre de los nazis.
La célebre adolescente Ana Frank vuelve a estar en boca de todos los medios de comunicación. Recientemente un grupo de escritores e investigadores recopilaron un antiguo trabajo de un agente del FBI, quien encontró los documentos que comprueban que un notario judío entregó la ubicación exacta de la familia Frank en Ámsterdam.
Bajo el nombre de The Betrayal of Anne Frank (La traición de Ana Frank) encontrará que Arnold van den Bergh, el judío encargado de las deportaciones, reveló el escondite de la joven escritora. Así lo revela la escritora canadiense Rosemary Sullivan, quien agrega otra de las cientos de hipótesis que existen alrededor de este importante personaje de la Segunda Guerra Mundial.
Algunos expertos sobre la vida de Ana Frank dicen que esta información ya era pública cuando fue arrestada en 1944 y que luego murió en el campo de concentración de Bergen-Belsen.
Sin embargo la información que señala a Van den Bergh está basada en una investigación de seis años con pruebas reales. Por ejemplo, la escritora hace referencia a una carta a anónima del padre de Ana (Otto Frank) enviada después de la Segunda Guerra Mundial, en la que este judío traiciona a los suyos.
También vale la pena destacar que pese a las nuevas investigaciones y relatos literarios, existen otras formas que contar la historia como el cómic de Penguin Random House, en el cual está plasmado el discurso de inmortalidad de Ana Frank que dice: «Yo voy a continuar viviendo después de la muerte».
Su diario se convirtió en un bestseller que tocó millones de corazones en el mundo publicado por la editorial Contact de Amsterdam en 1947. En el año 2000, el británico Julian Wolff hizo un dibujo animado de 130 mil fotogramas con ayuda de productores japoneses, que sirvió para contrastar la historia editada y publicada en Holanda.
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Folman y Polonsky lograron condensar las 360 páginas originales del diario en 150, que prometen salir de las descripciones monótonas o que se han explotado comercialmente desde 1947.
Los creadores recibieron el apoyo de la Fundación Ana Frank para ofrecer una novela gráfica innovadora y con detalles inéditos sobre la joven y los cuatro personajes con los que se escondió.
El libro está hecho desde el espíritu de la niña de 13 años que lo escribió. O al menos así lo asegura Folman, quien aconseja disfrutar más las imágenes que el texto, “así como lo haría cualquier niño” contó al diario El País. Por otro lado, el cómic contará también con declaraciones feministas en las palabras de Ana Frank, quien sentía que las mujeres eran tratados como máquinas para tener bebés.
Los espectadores ya pueden pedir El Diario de Anne Frank a través de la página web de Penguin Random House.