13 respuestas a misterios del universo en la Galería Nc-Arte
Daniel Zamora
¿Y si las montañas lunares están hechas de libros de ciencia ficción pulverizados? ¿Qué tal que las ranas sean alimentos del sol y guarden secretos sobre el ciclo de la vida? ¿Cómo serían las constelaciones si no estuvieran en el cielo sino bajo nuestros pies? Estas son algunas posibilidades que 13 artistas de 7 países plantean sobre los misterios del universo, y que se juntan en la exposición Hacia una nueva orilla, de la Galería Nc-Arte, en Bogotá.
Cada una de las obras es la interpretación que hacen los artistas de un aspecto del universo. La curadora de la exposición, Claudia Segura, sugiere comenzar el recorrido con “Nuevo Universo”, la obra de Marlon de Azambuja (Brasil). Se trata de tres muros blancos en los que hay, literalmente, un millón de estrellas, con la particularidad de que en ese mar de estrellas pintadas con sellos azules, está escondida una de 10 puntas.
La idea de Azambuja parte de una cita de la poeta brasileña Helena Kolody, quien escribió alguna vez: “pintó las estrellas en el muro y tuvo el cielo al alcance de las manos”, y eso sucede cuando uno se para enfrente de esta obra y extiende los brazos, invita a sentir que se carga el cosmos entre los dedos.
Como Marlon de Azambuja, Julieta Aranda (México), también se inspiró en la literatura para realizar su instalación. En “There Has Been a Miscalculation (flattened ammuntion)”, lejos de rendir un homenaje a un escritor o hacer referencia a una frase o libro, esta artista reunió alrededor de 100 novelas de ciencia ficción escritas entre 1870 y 2008, las pulverizó y con los residuos esculpió montañas que se asemejan a lo que ella imagina que son los paisajes lunares.
Pero la literatura no es el único escenario del que se echa mano para construir un relato. Juan Zamora (España) tomó de las narraciones y expresiones muiscas el caso de la rana, a la que llamaban le-Sua, que significa alimento del sol, pues cuando había época de sequía estos animales aparecían muertos. A partir de ahí elaboró un compendio de dibujos con trazos finos y acuarelas que proyectan la cosmovisión Muisca.
La artista brasileña Mayra Redin se ocupó del tema de las constelaciones. Su tarea no consistió en identificar alguna que se le haya escapado a los astrónomos, es más, ni siquiera las buscó en el cielo. Para ella las constelaciones están en Bogotá. Recorrió la ciudad identificando establecimientos que hicieran alusión al tema del espacio, y se topó con la Panadería Galaxia, Cosmos Calzado Fino, Billares Júpiter y Panadería Ovnis entre otros. Las identificó en un plano de la ciudad y trazó líneas que forman figuras: las constelaciones bogotanas del comercio.
La curadora Claudia Segura estuvo planeando esta exposición desde hace un año y medio, contactando a los artistas y creando una línea narrativa en la que cada obra sea independiente pero a la vez construya un relato colectivo acerca de la ficción, el universo y las respuestas a cosas que no conocemos. “Creo que la estrategia de ciencia ficción es posibilista, poder imaginar, fantasear y especular, eso es algo muy importante en la práctica curatorial y que a veces se tiende a olvidar. Hay muchas exposiciones con posturas más dramáticas, con un peso político y social más fuerte. Yo creo que a través de la imaginación y la fantasía tú puedes hablar de política y de sociedad, y me parece que es una manera más positiva”, explica.
Los otros artistas que hacen parte de Hacia una nueva orilla son Tandia Candiani (México), Adriana Ciudad (Perú), Regina de Miguel (España), Víctor Garcés, Alberto Lezaca y César González (Colombia), Basim Magdy (Egipto), Pedro Torres (Brasil) y James Turrel (Estados Unidos).
La exposición se complementa con un ciclo de cine en la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Serán 8 películas que han influenciado la vida de los artistas o que se relacionan directamente con alguna de las obras exhibidas en Nc-Arte. Para ver la programación completa haga clic aquí.
