Picasso y la historia secreta detrás del Guernica
Gloria Nieto de Arias
Es quizás el cuadro más famoso de la pintura contemporánea. Su imagen ha sido reproducida millones de veces, en libros especializados de arte, de historia, en revistas, periódicos y hasta en gacetillas agitacionales tiradas en mimeógrafo. Algunos opinan que no representa una de las mejores obras de Picasso. Pero la magnitud del artista y el momento político al que se refiere “Guernica” inmortalizaron este óleo en blanco y negro cuyo lienzo abarca una superficie de más de 27 metros cuadrados.
Picasso trazó los primeros bocetos bajo el impacto del atroz bombardeo fascista que cayó sobre la ciudad vascongada el 26 de abril de 1937.
A principios de junio el cuadro estaba concluido. Ese mismo año fue exhibido en la Exposición Internacional de París. Más tarde se trasladó al Museo de Arte Moderno de Nueva York, donde permaneció durante largos años.
Finalmente en 1981 fue embalado y transportado con todo tipo de precauciones hacia España, el último país que pudo verlo a pesar de haberlo inspirado.
El Pablo Picasso
Pablo Picasso, 1881-1973, fue el mayor genio pictórico del siglo XX. El que habría de inventar una nueva manera de contar el dolor y la felicidad del hombre.
El que descubriría la forma de expresar la angustia y la euforia que caracterizan nuestro tiempo. Pablo Picasso, una de esas inequívocas encarnaciones del genio así como Einstein, Beethoven o Marcel Proust. Bastan unas poquísimas obras para señalar las etapas más importantes de su desconcertante evolución estética.
Las señoritas de Avignon
Su primera gran obra maestra. Estamos en 1907. Picasso tiene entonces veintiséis años. Este es el acto que habría de cambiar el rumbo de las manifestaciones estéticas de nuestro siglo.
Es la ruptura definitiva con el pasado. Es la proclamación del triunfo del Cubismo; sin embargo-al fondo- una máscara negra, quizá para recordar los orígenes del arte. Las señoritas de Avignon, un grupo de prostitutas; si observamos atentamente, no se trata de una crítica hecha a ellas, sino de la que ellas nos hacen a nosotros: su mirada es claramente una acusación.
El Cubismo es ya un hecho irreversible, Picasso nos dice que de ahora en adelante, mirará el mundo de manera diferente.
Desde entonces los seres y las cosas podrán descomponerse en figuras geométricas y podrán contemplarse, simultáneamente, desde ángulos distintos.
Un bombardeo masivo de Picasso
El primero de mayo de 1937, en cuanto Picasso se entera del salvaje bombardeo masivo, lanzado por los nazis sobre la indefensa población de Guernica-como un ensayo de la que sería su técnica aniquiladora durante la Segunda Guerra Mundial- el artista resuelve traducir al papel el grito de indignación que se ahoga en todas las gargantas.
Este boceto es una auténtica célula embrionaria que contiene el código genético de Guernica.
Los elementos se transforman, aparecen y desaparecen. Guernica es un ser vivo. Picasso -como la gran mayoría de los pintores- se negó a explicar con palabras lo que sugiere con líneas, pero casi todos los críticos están de acuerdo en afirmar que las figuras del toro y el caballo encarnan, respectivamente, a la tiranía y al pueblo. Arriba del toro, Pegaso, el legendario caballo alado de los dioses: el sueño de la libertad.
Hace pensar esta imagen en una serpiente mordiéndose la cola: es el arte del siglo veinte, regresando a la Edad de las Cavernas.
La obra más dramática que encarna la violencia de nuestro tiempo
La creación que surge como testimonio de la barbarie; como el “yo acuso” que recae sobre una humanidad que provoca o tolera la destrucción y la tortura. Visto así, de pronto, el caos nos aturde: Guernica ataca, simultáneamente, nuestros cinco sentidos: vemos la expresión horrorizada de los rostros, oímos los gritos de protesta, sentimos el sabor de la sangre derramada por la tierra, olemos el humo del incendio, palpamos la textura de los cuerpos heridos.
Picasso recoge aquí todo su pasado: pone en juego toda su capacidad de expresión. Entrega todo su bagaje plástico e intelectual. En unas pocas semanas escribe esta aterradora historia y anuncia el desolador futuro de nuestro planeta.
Guernica: sobrio mural en blanco y negro, porque una catástrofe así no admite color.
Guernica, la síntesis del Expresionismo, el Cubismo, el Surrealismo. La innegable expresión del genio. Un largo proceso que desemboca en el testamento del siglo XX. El llanto ha desaparecido de los ojos, tal vez, evocando a Federico García Lorca: “No quiero lágrimas, la muerte hay que mirarla de frente”.
Guernica que no representa solo el bombardeo salvaje a una pequeña población española, sino el horror de todas las guerras del mundo.
Guernica que rebasó las fronteras de una nación y alcanzó una dimensión universal.
Expresionismo puro con Pablo Picasso
Como vemos en este bosquejo preliminar, uno de los temas más desgarradores de Guernica es el de la madre con su niño muerto. Ejemplo claro del Expresionismo. El dolor de la mujer raya en la locura. La escalera se ha entendido siempre como un signo de escape, de ahí que la madre se aferre a ella con tanto ahínco.
Este signo desaparecerá luego definitivamente, tal vez por resultar demasiado obvio. Podríamos decir que Guernica está escrita en clave: tenemos que descifrar los símbolos, tenemos que encontrar la piedra de Roseta que nos aclare el lenguaje. Cada uno de nosotros debe emprender su lectura individual de la obra. Debemos convertirnos-como dice Cortázar en Rayuela- en “cómplices” de la creación.
La historia detrás del Guernica de Picasso fue publicado en Revista Diners de junio de 1987. Edición Número 207
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