Kevin Mancera: tributo al ciclismo

El artista le ha dedicado muchas, muchas horas de sus días a una de sus mayores pasiones: dibujar corredores e inmortalizar sus historias y figuras.
 
Kevin Mancera: tributo al ciclismo
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POR: 
Dominique Rodríguez

Le pidió la mano a su Andreíta adorada con una bici rosada que se cargó desde Buenos Aires. Sobre su escritorio tiene un afiche enorme de Cochise Rodríguez, y en su pequeña biblioteca reposa una postal de Eddy Merckx vestido de maglia rosa. En su casa hay tres ciclas, muchas enciclopedias y biografías de corredores. También un secreto: la carta que le escribieron a cuatro manos, él y su esposa, a Rigo, mandándole los mejores deseos y una voz de aliento por ese Giro.

Montaba todos los días a las cinco de la mañana hasta que le diagnosticaron una hernia por dibujar horas y horas sin moverse. En su emisora virtual Volcán mudo le ha dedicado dos programas al ciclismo (Rosa y París). Conoce como a sus mejores amigos a los protagonistas del Tour de Francia, a los que ha ido dibujando uno a uno desde hace años para hacer un Panini con sus 100 años de historia; de hecho, en septiembre viajará en carro-casa por todos los pueblos y ciudades franceses donde ha terminado una etapa del Tour para dibujarlos y hacer de esta experiencia un libro. Se ha ido llenando de historias sobre ruedas.

Por ejemplo, sabe que Raymond Poulidor siempre llegó de segundo, que el mejor dúo de la historia han sido Fausto Coppi y Gino Bartali, que Marco Pantani se mató de una sobredosis, que Jean Robic se partió huesos y costillas en una aparatosa caída mientras que Roger Rivière en el súmmum de su carrera se accidentó quedando cuadripléjico y que Fabio Casartelli murió pedaleando. Hay algo en estas tragedias que lo conmueven profundamente. “Me parecen algo muy heroico esos esfuerzos tan grandes. Es un deporte tremendamente cruel. Eres tú contigo y si no tienes piernas no subes, así de sencillo.

Es una persona frente al territorio, frente a la montaña. Yo soy un poco así también, me gustan las cosas largas, la persistencia”, concluye. Y sí, cuando se le ve sacar uno a uno esos dibujos, días enteros de líneas y formas rindiéndoles culto a esos pedalistas increíbles, es suficiente para saber que hay alguien más en el mundo corriendo con ellos, sufriendo con ellos, viviendo con ellos sus hazañas. Perpetuándolos.

         

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agosto
14 / 2014