El Ex-libris, un objeto hermoso para los amantes de la literatura

POR: Revista Diners
 / febrero 12 2018
POR: Revista Diners

Publicado originalmente en Revista Diners No. 217, abril de 1988

Se originó en torno al monasterio de Buxheim, alrededor de 1470-1480 lo que quiere decir que tiene cinco siglos justos de vida. Es un “virus” que se inocula siempre en las bibliotecas, aunque poco tiene que ver con los ratones de las mismas, y se calcula que medio millón de víctimas ha sucumbido a sus efectos, puesto que ese es el número probable de ex libris que se han producido en el mundo desde el momento de su invención.

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Ese nombre latino de ex libris, aunque parece un virus, sólo quiere decir “de los libros de” o “sacado de entre los libros de”. Indica, pues, pertenencia a un propietario individual o a una biblioteca, ya sea particular o institucional.

En síntesis, el ex libris es un grabado de pequeño formato, que se pega en el dorso de las cubiertas de los libros. Inicialmente era común que el ex libris solo representara el escudo heráldico de la persona o institución a la cual perteneciera el libro.

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Pero, a partir del siglo XVIII, cuando el libro se generaliza entre la clase burguesa y las bibliotecas dejan de ser exclusividad de nobles, eclesiásticos y universidades, se hace cada vez más frecuente que el señale también el nombre del propietario y que ocasionalmente indique la ciudad donde vive, su profesión, sus aficiones y hasta un lema o divisa, todo lo cual, de cierta manera acaba reflejando toda una filosofía de la vida.

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febrero
12 / 2018