Cinco papeles clave para entender por qué Pedro Pascal se volvió el actor del momento

Pedro Pascal es algo más que un fenómeno viral; sus cinco mejores papeles muestran por qué se volvió indispensable en el cine, televisión, y la cultura de internet.
 
Cinco papeles clave para entender por qué Pedro Pascal se volvió el actor del momento
Foto: Joe Seer / Shutterstock.
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Revista Diners

Puede que internet lo haya bautizado como el daddy del momento, pero la carrera de Pedro Pascal no se sostiene únicamente sobre una pose ni sobre el carisma espontáneo que muestra en las alfombras rojas. Se sostiene, sobre todo, en una serie de actuaciones que han demostrado su rango, su compromiso y su capacidad para volverse esencial frente al lente. No importa si está detrás de una máscara o si comparte pantalla con otras estrellas. Pascal logra, casi siempre, que uno se quede mirándolo.

En televisión y en cine ha interpretado guerreros, narcos, papás sustitutos, vaqueros y hasta un villano con delirios de grandeza. Pero lo que conecta esos papeles no es el disfraz ni la ambientación, sino una humanidad inconfundible. Y como este año regresa a la pantalla con dos de sus proyectos más esperados -Amores materialistas y Los cuatro fantásticos-, en Diners repasamos cinco roles clave para entender por qué se volvió uno de los actores más queridos y más relevantes de su generación.

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The Last of Us

Cuando se anunció que Pascal interpretaría a Joel en la adaptación de The Last of Us, hubo escepticismo. El videojuego original fue un fenómeno con millones de fanáticos y la vara estaba alta. Pero bastaron un par de episodios para que quedara claro que el personaje de Joel le pertenecía. Con silencios, miradas cortadas y una vulnerabilidad que va apareciendo a cuentagotas, construyó a un hombre que arrastra el duelo como si fuera parte de su cuerpo.

No es un héroe tradicional, tampoco un mártir. Joel es alguien roto que, sin querer, se vuelve protector. Y en esa ambigüedad radica la fuerza del personaje. La serie también lo pone a dialogar con el mundo real: habla del trauma, del miedo a la pérdida, de lo que significa cuidar a alguien cuando ya no se cree en nada. Pascal supo habitar ese lugar sin sobreactuarlo, y hoy es difícil pensar en alguien que lo haya podido hacer mejor.

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The Mandalorian

Lo curioso de este papel es que durante buena parte de la serie no se le ve la cara. Y, sin embargo, Pascal logró construir una figura reconocible, con gestos mínimos, con la forma en que camina o se queda quieto. Din Djarin es un cazarrecompensas que termina vinculado a una criatura indefensa (Grogu) y, a su pesar, se convierte en algo parecido a un padre.

La historia tiene elementos clásicos del western, pero también del cine samurái y de la ciencia ficción. Lo interesante es que, en medio de ese universo de batallas y criaturas extrañas, el corazón de la serie está en la relación entre el Mandaloriano y Grogu. Pascal encarna esa relación con ternura contenida. No necesita decir mucho. Su presencia basta.

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Game of Thrones

El príncipe Oberyn Martell aparece solo en una temporada, pero eso le bastó para volverse uno de los personajes más memorables de la serie. Desde que entra en escena, Pascal le da una mezcla de carisma, desafío y sensualidad que lo vuelve irresistible. En un mundo lleno de cinismo, Oberyn parece tener una brújula moral clara, aunque no necesariamente prudente.

Su duelo final es uno de los momentos más impactantes de la serie. Y en parte funciona por lo que Pascal construyó antes. No es llanamente una escena brutal y ya, es también una despedida trágica de un personaje que parecía destinado a sobrevivir. Fue el papel que lo puso en el radar global y que mostró que podía robarse una serie con muy poco tiempo en pantalla.

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Wonder Woman 1984

A diferencia de otros papeles más contenidos, aquí Pascal se suelta. Maxwell Lord es un villano excesivo, ambicioso, melodramático. Y el actor se entrega por completo al juego. Podría haber caído en la caricatura, pero logra sostener al personaje con una energía que lo vuelve casi entrañable. Incluso cuando está al borde del colapso.

La película no fue bien recibida por la crítica, pero la actuación de Pascal fue uno de los pocos elementos que salieron bien librados. Hay algo de delirio en la forma en que se mueve y grita y suplica. Pero también hay fondo: detrás del ego hay un hombre que quiere ser querido, que quiere ser suficiente. Pascal no se burla de eso. Lo entiende.

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El insoportable peso de un talento descomunal

Aquí interpreta a un millonario excéntrico que es fanático de Nicolas Cage. Lo que llama la atención es que, aunque podría haberse limitado a ser un sidekick simpático, Pascal construye un personaje con emociones reales. Su entusiasmo es desarmante, y su ternura, inesperada. Pero en medio del absurdo que propone la película, se las arregla para generar una conexión genuina.

Además, esa química con Cage es lo que sostiene la historia. Más allá de los chistes, también hay una amistad improbable que se va armando con miradas y complicidades. De nuevo, Pascal no se roba la película, pero sí la refuerza. Y lo hace con la mezcla de calidez y humor que se ha vuelto su marca.

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julio
18 / 2025