Los superhéroes al alcance de todos
Gabriela Sáenz Laverde
Según el psicoanalista Joseph Campbell, un “héroe inicia su aventura desde el mundo de todos los días hacia una región de prodigios sobrenaturales, se enfrenta con fuerzas fabulosas y gana una victoria decisiva; el héroe regresa de su misteriosa aventura con la fuerza de otorgar dones a sus hermanos”. En otras palabras, cualquiera, dadas las condiciones puede ser un superhéroe. Los requisitos, que están implícitos en el origen de todas sus historias son actuar cuando otros están pasivos, y actuar para la sociedad, no para sí mismos.
Estos dos sencillos pilares son la premisa de los cómics, en los cuales sus protagonistas, normalmente personajes anónimos, superan una adversidad y se convierten en adalides ejemplarizantes.
El psicólogo e investigador del comportamiento humano Philip Zimbardo, cabeza del famoso “experimento de Stanford” (que inspiró la cinta alemana El experimento), dijo en su conferencia TED How ordinary people become monsters… or heroes que “para ser un héroe tienes que aprender a salirte de la normaporque siempre vas a ir contra la conformidad del grupo.Los héroes son gente normal cuyas acciones sociales son extraordinarias, y que actúan”.
No importa si ocurre después de ser picado por una araña radioactiva o si su misión aparece después de que su padre lo enviara a la Tierra mientras su planeta explotaba; si mataron a sus padres y no soporta el crimen y, además, resulta que es un millonario capaz de costear una cueva llena de gadgets que lo ayudan a atrapar bandidos; o si cuando era adolescente lo atrapó un rayo y corre a la velocidad de la luz y en vez de robar billeteras quiere hacer el bien. El asunto es que para ser un superhéroe hay que sentirse extraordinario y hacer una superacción.
Son Spider-man, Superman, Batman y Flash. Sus nombres aparecen en el cine de tanto en tanto, hasta el punto de que cada generación tiene el suyo (Superman ha sido George Reeves, Christopher Reeve, Brandon Routh y Henry Cavill, por citar algunos), y sus historias, sin importar cuántas veces sean contadas, suelen ser siempre grandes éxitos de taquilla.
En los últimos diez años hemos visto en las salas de cine Iron Man 1, 2 y 3, Superman vuelve, Superman: el hombre de hierro, Batman comienza, Batman: el Caballero de la Noche, Batman: el Caballero de la Noche asciende, Spider-man 1, 2, 3 y The Amazing Spider-man 1 y 2; el Capitán América 1 y 2; Hulk 1 y 2; Thor, Thor: un mundo oscuro; Los Vengadores (la alianza entre Iron-Man, Hulk, Thor, Green Arrow y Black Widow) y se planea para 2015 el estreno de Batman vs. Superman. Cada una de estas películas recaudó en su taquilla más de quinientos millones de dólares. El universo de Marvel y DC Comics es, entonces, una máquina de hacer dinero en el cine.
Ese mismo esfuerzo no siempre tuvo éxito en la televisión. Es el caso del Superhéroe Americano, que en 1981 solo duró un año, o el del inolvidable, Manimal, que solo tuvo nueve capítulos. Cómo olvidar a una Lynda Carter haciendo de Mujer Maravilla, o un Adam West risible en el Batman de los años sesenta. Era otra época y la televisión apenas empezaba a ensayar gustos.
Sin embargo, con la llegada de la televisión de alto presupuesto, los efectos especiales ya no son exclusivos del cine y han permitido el surgimiento de nuevos héroes, menos conocidos para quienes no están familiarizados con el mundo del cómic, pero igualmente interesantes. Al aire ya están Marvel’s Agents of S.H.I.E.L.D., un “spinoff” de la serie de cine Los Vengadores, que se centra en el agente Coulson de las películas, y Arrow, que lleva dos temporadas y gira alrededor de “Flecha Verde”, uno de los miembros menos conocidos de la Liga de la Justicia (o los Superamigos, para quienes crecimos en los ochenta).
Para la temporada 2014, Flash y Gotham son dos de las apuestas más interesantes. Gotham se centrará en el famoso Comisionado James Gordon recreando los primeros años del personaje en la academia de policía de Ciudad Gótica y veremos a un joven Bruce Wayne (Batman).
Flash, por su parte, es un “spinoff” de Arrow, y se espera que tenga un éxito similar. También están en fila para estrenarse antes de fin de año Daredevil, basada en el superhéroe del mismo nombre y que se transmitirá exclusivamente en Netflix, y Agent Carter, que se centra en el personaje del Capitán América Peggy Carter.
Pareciera que en el mundo real del televidente se quisiese seguir viendo héroes extraordinarios, capítulo a capítulo. ¿Estaremos, entonces, ante la “era del superhéroe” en televisión, tal como la década pasada fue la década de las series policiales tipo CSI ?
Vienen nuevos personajes para ver y otros para volver a traer a la memoria. Esta época dibuja ya una realidad llena de más maldad. Y en la televisión se vale soñar y sentir que no hay que ser siempre un policía para estar del lado del bien, porque ser superhéroe es un poder al alcance de todos.