La experiencia de una Noche de Galerías en Bogotá
Maria Antonia Uscátegui
Existe algo que más allá de la asistencia a un evento de tipo cultural y artístico. Algo que nos conecta con la experiencia de la vida. Comparable a la sensación de montarse en el avión rumbo a unas vacaciones y llegar, y desde los primeros pasos y la primera vista hacia delante sentir que eso que estás viendo te produce una serie de sensaciones, desde las más tímidas hasta las más intensas.
Es cierto que en Colombia está hablándose cada vez más de arte: Coleccionismo, mercado, subastas, estudiantes que día a día sueñan con vivir el arte y a través del arte, nuevos compradores, amantes curiosos. En Arco, la Feria de Arte más importante de España, Colombia ha sido será el país invitado para su edición de 2015. Estamos todos orgullosos, a la expectativa de lo que vendrá y a veces es como si todo este clima de Arte nos contagiara de emoción, pero también puede producir recelo y esa espera de que sea real, y que todo lo que se propone llegue a ser, aunque lo que llega a un resultado no representa necesariamente un fin.
El 6 de marzo se realizó la “Noche de Galerías” en Bogotá; una propuesta seductora y con una participación bastante entusiasta y un público muy diverso. Esta iniciativa vivida en varios países y en Colombia con algunas experiencias anteriores nos conecta con la idea de hacer de la noche un momento para conocer el arte de una forma diferente. Detrás de este evento existe una alianza con Las diferentes galerías participantes, el Centro Comercial el Retiro de Bogotá en la organización y logística , y el apoyo de la Fundación Arteria . La gestión lograda a través de las galerías y su directores, un equipo de organización y todos los miembros que participaron fue sumamente valiosa. El recorrido se propuso de manera ambiciosa: 12 espacios de exhibición ubicados entre la calle 67 y las calle 93 y carreras 7 y 20C. Se planearon salidas desde el Centro comercial en 3 horarios: 6, 7 y 8 de la noche. Arrancamos a las 7 de la noche y comenzamos nuestro recorrido por 4 espacios hasta terminar en FLORA ars+Natura en la calle 77 con 20.
La experiencia fue agradable y se podía sentir la diferencia de habitar un lugar como la galería en horas de la noche y se escuchaba el cambio en el ritmo de las personas, la disposición para discutir y de alguna manera no se entendía igual a una inauguración sino que existía un clima de generosidad y comodidad. Las propuestas que encontramos a lo largo del recorrido fueron múltiples y la posibilidad de pasar de una galería a la otra muy provechosa. Fueron en total 12 espacios : Galería el Museo con “Lenguajes de Papel” abierta hasta este 8 de marzo. Cero Galería con la noche de Adjudicación de las obras vendidas el miércoles 5 de marzo en la Subasta “The Secret” y Raquel Glottman “Participación mistique”. LA Galería con “Los colores del dinero” de la artista Luz Forero, delinfinitoarte con la exposición colectiva “Geometrías” abierta hasta esa misma noche. Desborde Galería , “Con el diablo adentro”hasta el 15 de abril; Nueveochenta con Ana Mercedes Hoyos “Ana Mercedes Hoyos -3D” hasta el 8 de marzo .Casas Riegner con Alex Rodríguez “Ciudad de las américas” y Leyla Cárdenas “El tiempo lo aguanta todo” hasta ek 12 de abril. Artecámara “Plataforma 2” , La Galería 12:00 con Juan Pablo Pérez “Fold-out Momentum Studies” hasta el 5 de abril. Sketch con Juan de Dios Vargas”Setenta veces siete” y Fernando Zuluaga “ Bajo una nube negra” hasta el 12 de marzo. FLORA ars+natura con Doris Salcedo “Plegaria Muda, Max Gómez Canle “Fisonomía del tiempo” Patricia Dominguez, Isidora Correa y Claudio Correa “De naturaleza violenta” Bartholomäus Traubeck: “Years” todas hasta el 29 de marzo. Artstas en residencia : Camila Botero y Gabriel Antolínez y las obras permanentes de Miguel Ángel Rojas, Beatriz Eugenia Díaz y Juan Carlos Delgado. La Alianza Francesa con Gilbert Garcin “Tout Peut Arriver” hasta el 10 de abril.
Fue muy importante también escuchar y entender la visión de los diferentes actores de la noche; hablar de sus opiniones y conocer de las expectativas y las impresiones.
Carlos Hurtado, el director de la Galería Nueveochenta contó como había sido la iniciativa que surgió hace casi 2 años entre varias de las galerías de Bogotá buscando articular una idea y hacerla realidad. “Ha sido muy bonito ver como a lo largo de las versiones, cada vez más gente se ha motivado y tenemos un tráfico de público distinto, que ha encontrado además en ésta experiencia un ejercicio novedoso y enriquecedor” habló de cómo quizás a través de estos espacios se rompe un poco la distancia hacia las galerías. Le preguntamos también por esa diferencia que existe entre la galería en el día y en la noche. Nos contó cómo de alguna manera se vive lo prohibido, buscando vivir algo no tan convencional en la medida en que se está en la galería, como alguien que llega a una noche de inauguración, pero en ésta noche había otro clima, otra bienvenida mucho menos preparada mucho más de puertas abiertas.
Conversamos también con algunos de los asistentes, amantes del arte, trabajadores en galerías y espacios culturales: Gabi Morales, María Margarita García, ganadora del Premio Simón Bolívar, Catalina Hoyos quien se encuentra haciendo su tesis para graduarse como artista de la Universidad Nacional. Nos hablaron de sus inquietudes, nos expusieron su visión crítica de la experiencia de la noche y dieron algunas ideas a futuro para nuevas versiones. Una de las necesidades expuestas fue por ejemplo, la de aprender de la experiencia y del aporte que puede dar un evento como éste en la generación de un público cada vez más interesado en el arte en Bogotá y en Colombia. También nos hablaron de la importancia de masificar esta experiencia, unir más fuerzas a través de nuevas galerías, encontrar otros circuitos en diferentes sectores de la ciudad.
El recorrido terminó en Flora: la emoción mucho más pausada pero también mucha con mucha más calma para poder ver con detenimiento algunas de las obras. Un poco de té, galletas, muffins. Algunos sentados viendo libros, curiosos comentando las obras con desparpajo, caras conocidas, ojos cansados.
Como en todo viaje “el paseo se acabó”. Uno vuelve a casa, revisa las imágenes, comparte con los ausentes y entonces ahí ,en el viaje, en la experiencia, se encuentra lo que significa el privilegio quizás del haber visto, compartido, tenido un poco de contacto con lo prohibido, algunos encuentros, lo que sí y lo que no, lo que nos dió ideas, lo que nos molestó y lo que sigue, pues lo que sigue es la vida cultural en Bogotá y en Colombia . Experiencias para vivirlas, ¿y el futuro? para esperarlo con gratitud.
