Diamantes que no salen de minas
Alejandra Jaramillo
Diamantes de cenizas de difuntos:
La muerte de un ser querido siempre será dolorosa. Las personas guardan recuerdos, objetos y hasta hacen viajes para sentirse más cerca de la persona que perdieron. Ahora, además, pueden convertirlo en objetos de lujo.
El laboratorio Suizo Algordanza, presente en tres continentes, América, Europa y Asia, trasciende la manera en la que mantenemos a nuestros seres queridos con nosotros convirtiendo las cenizas en diamante.
Tras un proceso químico que extrae el carbón de las cenizas recientes, antiguas o resultado de alguna exhumación, el calor de 2,700 grados Fahrenheit hace la transformación que como resultado presenta diamantes en tonalidades de blanco a azul oscuro, dependiendo del contenido de las cenizas de cada persona, generando así una identidad única en cada diamante.
El servicio se destaca en calidad y consideración, brindando una experiencia de atención y cuidado en cada detalle. El cliente contacta a la compañía de forma directa, de aquí en adelante todo queda en manos de Algordanza, quienes se desplazan directamente hasta la casa del cliente, ofreciéndole un servicio totalmente personalizado y discreto en recogida y entrega. El precio de este excéntrico diamante empieza desde los $4,474 USD.
Diamantes de mantequilla de maní:
En el proceso de investigación de la formación de la tierra, el científico Dan Frost, del Bayerisches Geoinstitut en la Universidad de Bayreuth, Alemania, descubrió la formula para hacer diamantes con mantequilla de maní.
Haciendo experimentos que simulan el ambiente del manto inferior de la tierra, Frost se encontró con materiales insólitos, como la mantequilla de maní, que al manipularse dan como resultado un diamante alternativo. La mantequilla de maní es rica en carbono y, usando unas prensas especiales, Frost logró formar diamantes.
Esto no significa que sea un trabajo sencillo o una alternativa fácilmente viable, durante el proceso grandes cantidades de hidrógeno fueron liberadas produciendo explosiones y un diamante de tres milímetros de diámetro puede tardar semanas en crecer.