Lionel Messi: a un paso de ganar el mundial de fútbol

Leonardo Faccio hace una reflexión sobre el argentino y su magnificencia en la cancha. Aprovechemos estos últimos años para ver al mejor del mundo jugando al fútbol.
 
Lionel Messi: a un paso de ganar el mundial de fútbol
Foto: Zesan H. Unsplash.
POR: 
Leonardo Faccio

En esta nota, publicada originalmente en 2014 en Diners, el escritor Leonardo Faccio recrea el momento en el que el fisco español acusaba al futbolista de evadir el pago de millones de euros en impuestos. Y a propósito de verlo en un mal momento, se hace la pregunta de qué va a pasar cuando Leo Messi, el 10 argentino, se retire.

Tal vez Faccio pensaba que ese momento podía llegar en cinco o seis años. Pero hoy, ocho años después de la publicación original de este texto, la pregunta por su retiro sigue igual de vigente, pues está en un buen momento.

Messi cumplió recientemente un año de haber ganado la Copa América con su selección. También con su equipo, ganó este mes la Finalissima, contra Italia, el campeón de la Eurocopa y ahora va por el mundial de Qatar 2022.

‘Cuando el mejor del mundo deje el fútbol’, por Leonardo Faccio

Cuando Lionel Messi se retire del fútbol, tal vez recordemos algo más que sus goles geniales. Por ejemplo, su carisma de humilde y esa cara de yo no fui.

“Un error lo tiene cualquiera –me dijo una hincha del Real Madrid el día que Messi debía presentarse ante la Justicia–. Se le ve buen chico”. El buen chico había bajado de su Audi blanco y alzó el pulgar. Lo esperaban mujeres con hijas adolescentes, hombres con pantalones cortos y niños con teléfonos móviles que querían tocarlo.

Lo acompañaba su hermano mayor. Dos abogados lo seguían. La fiscalía de delitos económicos de Barcelona lo acusaba de haber defraudado 4,1 millones de euros en impuestos por sus derechos de imagen, y el argentino se había presentado a declarar al juzgado número tres de Gavà.

El gran Messi

Aquello parecía una fiesta de entrega de premios en un escenario equivocado. Nadie llega con una sonrisa a esas grises oficinas públicas donde se juzgan delitos penales. Excepto Lionel Messi.

(…) Le reclamaban los aportes de ingresos que no había declarado entre 2007 y 2009. Pero donde un fiscal veía a un ciudadano evasor, sus fans veían al ídolo del fútbol. “Si yo no sé hacer mi declaración de la renta, imagínate Messi –lo justificaba un fan que esa mañana había faltado al trabajo para verlo–.

Él solo sabe jugar al fútbol. Hay leyes que no rigen en el territorio de las pasiones. (…) Para los fans que lo esperaban frente al juzgado, Messi era un genial goleador de cine mudo que los hacía felices en medio de tanto ruido tecno. Los comentaristas deportivos, en cambio, discutían entonces sobre un genio menguante.

No eran sus mejores días

Tampoco los peores. Un día de primavera de 2013, Lionel Messi presentó a su hijo con una fotografía que circularía por las redes sociales: Thiago Messi sonreía en brazos de Antonella Roccuzzo, la madre.

Entonces, a pesar de que se había consagrado por cuarta vez consecutiva mejor futbolista del mundo, no lograba tener continuidad en el Barcelona. Durante los primeros cinco meses de 2013, Messi no pudo jugar un partido completo a causa de una lesión en su pierna derecha. Y antes de acabar el año estaría casi dos meses fuera del campo por otra lesión, esta vez en la pierna izquierda. Andaba como una estrella cansada.

Quizás descansa más de lo que corresponde en un partido. Los genios siempre tuvieron irregularidades. “Maradona reservó sus jugadas de oro para grandes días –recuerda Juan Villoro–, Zidane certificó su importancia específica de crack con goles en la final del mundial y en la Champions League”.

La irregularidad es una característica de los fuera de serie –y no solo de ellos–, pero la excepcionalidad de estos hombres y mujeres hace que en la memoria de los fans perduren más los momentos felices, incluso en situaciones de adversidad, y que predomine la lealtad incondicional sobre la crítica.

“¿Cómo envejecer siendo joven?”

Cuando Maradona fue detenido en Buenos Aires por posesión de cocaína, mientras dos agentes lo arrastraban hacia un coche policial, decenas de seguidores lo alentaban gritando su nombre como si estuvieran en un estadio.

En París, Zidane ha sido inmortalizado en una estatua de bronce de cinco metros de altura que recrea el momento del mundial de Alemania en que el francés derribó al italiano Materazzi con un cabezazo en el pecho.

En la fábrica de viejos prematuros que es el deporte de alta competencia, Messi había recibido la alegría de la paternidad junto a problemas propios de un adulto que debe independizarse de la figura del padre.

Un chico introvertido con mucho dinero y pasión

Además de sufrir una lesión y recibir la citación de un fiscal por evadir impuestos, la Guardia Civil de España lo llamaría para interrogarlo por un caso de lavado de dinero en unos partidos benéficos en Colombia, Perú, México, Miami y Chicago.

El chico introvertido que antes nunca se lesionaba debía conocer la fórmula para resolver problemas de adultos. “A Messi debe preocuparle hoy lo mismo que a Guardiola cuando dejó el club –me dijo Ramón Besa, cronista del diario El País–. ¿Cómo envejecer siendo joven?”.

Lejos del retiro y con la única deuda futbolística de ganar un mundial, el destino de Lionel Messi es el de los genios ambiciosos que no quieren desilusionar a sus fans, pero sobre todo a sí mismos: improvisar y reinventarse. Pero claro, no deja de preocuparnos, ¿Qué va a pasar cuando llegue el día en el que tengamos de hablar del retiro de Lionel Messi?

Este texto titulado ‘El retiro de Lionel Messi: cuando el mejor del mundo deje el fútbol’, se publicó originalmente el 21 de junio de 2014.

         

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diciembre
13 / 2022